La comunidad internacional reunida en la COP24 en Katowice (Polonia) acordó este sábado las reglas de aplicación del Acuerdo de París, tres años después de la firma histórica de este pacto llamado a limitar el calentamiento del planeta.
Sin embargo, los casi 200 países participantes no lograron ningún compromiso para revisar sus promesas de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, pese a la necesidad apremiante de elevarlas, según los últimos informes científicos.
“¡¡¡¡Hemos aprobado las directrices para la aplicación completa del Acuerdo de París de Acción Climática!!!!”, ha publicado el Secretariado de la ONU sobre Cambio Climático en su cuenta oficial en Twitter.
El presidente de la COP24 y secretario de Estado del Ministerio de Medio Ambiente polaco, Michal Kurtyka, ha sido el primero en reaccionar a este acuerdo tras una “larga noche”. “Valoro vuestra paciencia y comprensión. Conjuntar el Paquete de Katowice ha sido una enorme tarea”, ha apuntado a través de Twitter.
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Después de que Kurtyka ha empleado el mazo para escenificar el acuerdo alcanzado, los ministros se han sumado a él en el escenario del salón de la COP24 para abrazarse entre sonrisas y gestos de alivio tras unas conversaciones maratonianas.
Kurtyka ha destacado que el acuerdo es consecuencia de tres años de trabajo y 200 países sentados en una misma sala, “una tarea que no ha sido fácil”, hasta lograr un acuerdo “tan concreto y técnico”. “En estas circunstancias cada paso adelante es un gran logro”, ha apostillado.
Este pacto “es un frágil equilibrio”. “Tenemos que ceder para ganar. Tenemos que ser valientes para mirar al futuro y dar un nuevo paso para la Humanidad”, ha argumentado. Además, ha destacado que este acuerdo tendrá resultados “positivos” para el mundo en su conjunto.
El acuerdo es el resultado de dos semanas de intensas negociaciones para pactar una normativa que desarrolle en detalle el acuerdo global que se alcanzó en la capital gala en 2015 con el que se pretende limitar el aumento de la temperatura global a menos de 2 grados centígrados y que entrará en vigor en 2020.
El resultado es un ‘libro de reglas’ de 156 páginas que especifica los criterios para que cada país informe de los progresos en los compromisos de recorte de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Sin embargo, el texto ha sido ya criticado por algunos países y grupos ecologistas que consideran que no es lo suficientemente ambicioso. “La mayoría de la normativa para el Acuerdo de París ha sido creada, algo que debemos agradecer, pero el hecho de que haya países que hayan sido incluidos a rastras y gritando demuestra que no se han concienciado de la urgente necesidad”, ha argumentado Mohamed Adow, portavoz de Christian Aid.
Fuente: La Jornada/ Agencias