Los votantes acudieron a las urnas en toda Gran Bretaña el jueves, en unos comicios generales que se espera arrojen un resultado poco concluyente, un periodo de intensa negociación política y una reflexión nacional.
Los conservadores del primer ministro, David Cameron, y el Partido Laborista de Ed Miliband estaban casi igualados, y ninguno parecía encaminado a lograr una mayoría en el Parlamento de 650 escaños.
Muchos votantes han puesto la vista en otros grupos, en especial el Partido Nacionalista Escocés, que dominará el norte de la frontera, y la formación anti inmigrantes Partido de Independencia de Reino Unido, o UKIP. Este último es tercero en los sondeos, pero el sistema electoral británico hace que sólo pueda conseguir un puñado de escaños.
Si ningún partido logra la mayoría directa, formar un gobierno funcional podría llevar días o semanas de negociaciones.
Cameron y Miliband madrugaron para votar. El primer ministro lo hizo en su circunscripción de Oxfordshire con su esposa Samantha mientras que Miliband estuvo acompañado de su mujer, Justine, en el norte de Inglaterra.
El líder del UKIP, Nigel Farage, estuvo también entre los primeros en el distrito de South Thanet, en el sureste del país, y luego tuiteó: “¡No puedo decirles por quién voté!”.
Los electores se congregaron en escuelas, auditorios, pubs, gimnasios e iglesias de todo el país, que cuenta con 64 millones de habitantes. En las primeras horas de una mañana soleada en Londres, los votantes depositaron sus papeletas en un centro de votación cercano al Parlamento mientras la policía hacía guardia.
Las señales del drama político que está por venir estaban por todas partes. Las proximidades del Parlamento estaban atestadas con estudios temporales de televisión al aire libre, mientras los ciudadanos tomaban periódicos alentando al voto.
“Esto va a ser importante para Gran Bretaña los próximos cinco años”, dijo Gerry McQuillan, un gestor de arte de 61 años que votó a los laboristas. “Estamos saliendo de la austeridad económica pero tenemos que elegir al gobierno adecuado para los próximos cinco años”.
Alexis Thomas, una médico de 34 años, era consciente de todas las predicciones de un empate en el resultado final de los comicios y quería hacer oír su voz.
“Como está tan ajustado, creo que si no vengo y voto solo me podría culpar a mí misma si no sale el resultado que yo quería”, agregó Thomas – aunque no aclaró qué resultado sería ese.
Fuente: AP