El Consejo Nacional de Justicia de Brasil legalizó el matrimonio entre homosexuales en todo el país, al obligar a todos los registros civiles a convertir en un matrimonio a las uniones estables que ya regían desde mayo del 2011.
De esta forma, Brasil se convierte en el tercer país de América Latina en legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo, pero, a diferencia de Uruguay y otros países que permitieron el casamiento mediante una ley, en este país ocurrió por una acción del Poder Judicial.
En Brasil sólo se contemplaba hasta ahora la figura de la “unión estable” de personas del mismo sexo, que en términos de derechos es equivalente a un casamiento, aunque sus miembros son considerados “solteros” y como tales tienen limitaciones en cuanto a herencias y otras garantías reservadas a los matrimonios heterosexuales.
“En la práctica, supone legalizar el casamiento entre personas del mismo sexo”, dijeron a EFE fuentes del Tribunal Supremo.
Aludieron así a la presión de iglesias y grupos conservadores con representantes en las Cámaras, que bloquearon iniciativas en ese sentido y presentado proyectos de ley, aún en trámite, que apuntan a “revertir” y “curar” la homosexualidad mediante polémicas terapias psicológicas.
En la Argentina, la diputada porteña Maria Rachid, secretaria de la Mesa Nacional por la Igualdad, celebró la decisión del CNJ de Brasil e indicó que “hace pocas semanas se logró en Uruguay y estamos convencidos que todos los países de la Patria Grande pronto lo lograrán también”.
“Esto, sumado a los avances en algunos países europeos y EEUU, llevarán a que este derecho de todos y todas a casarnos con quien amemos sea una realidad en todos lados”, precisó Rachid.
La diputada destacó además que “ddentro de unos años parecerá increíble que haya estado privado este derecho a casarnos como hace muchos años estaban prohibidos los matrimonios interraciales o interreligiosos”.
“Sin lugar a dudas, estamos avanzando hacia un mundo más justo, aunque queda muchísimo por hacer”, dijo la diputada.
Hasta hoy, trece estados brasileños y el distrito federal de Brasilia ya habían reconocido el derecho de convertir la “unión estable” en matrimonio pleno, y más de mil parejas ya se habían casado en distintas ciudades.
Pero en las provincias y ciudades donde los jueces no estaban de acuerdo, como por ejemplo Río de Janeiro, todos los pedidos eran rechazados y ante esto, el derecho al matrimonio para las parejas gays y lesbianas, dependía de la ciudad en que vivían.
El diputado Jean Wyllys, autor del proyecto de legalización del Matrimonio Igualitario que tramita el Congreso, presentó semanas atrás conjuntamente con la asociación de los registros civiles de Río de Janeiro y el Partido Socialismo y Libertad, un pedido formal solicitando al CNJ lo que finalmente resolvió.
La decisión podría ser apelada ante el Tribunal Supremo pues el Congreso aún no ha legislado sobre el asunto
Esos proyectos son resistidos por fuerzas políticas conservadoras y organizaciones religiosas que, durante los últimos años, ganaron espacios en el Congreso y mantienen bloqueadas esas iniciativas.
El magistrado Barbosa, en su condición de presidente del Supremo y del CNJ, consideró hoy que “no tendría sentido esperar a que el Congreso legisle para darle efectividad a una decisión judicial”.
Fuente: Télam