El representante de Asuntos Exteriores de la UE preguntó por qué se pudo hacer con Afganistán y no con Rusia. Moscú dijo que la idea era “ilegal” e impondría “la ley de la selva” en el sistema financiero.
En una entrevista con Financial Times, el alto representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, planteó este lunes (09.05.2022) la posibilidad de confiscar las reservas de Rusia congeladas por el bloque para reconstruir Ucrania después de la guerra, una idea que Moscú rápidamente calificó como “ilegal”.
“Esta es una de las cuestiones políticas más importantes que hay sobre la mesa: ¿quién va a pagar la reconstrucción de Ucrania?”, dice al periódico el también vicepresidente de la Comisión Europea. “Yo estaría muy a favor (de usar las reservas) porque tiene mucha lógica. Tenemos el dinero en nuestros bolsillos y alguien tendría que explicarme por qué sí puede hacerse con el dinero afgano, pero no con el ruso”, argumenta.
Con la mención al país asiático, el diplomático español aludió al hecho de que el gobierno de Estados Unidos asumió el control de unos 3.500 millones de dólares en activos congelados del Banco Central de Afganistán a fin de poder compensar a las víctimas del terrorismo y pagar la ayuda humanitaria para el país; en su opinión, lo mismo podría hacerse en el caso de Rusia.
La ley de la selva
Financial Times recuerda que Rusia cuantificó en marzo en 300.000 millones de dólares sus reservas de oro y divisas congeladas por los países aliados contra el Kremlin, a través de las múltiples sanciones por su invasión de la vecina Ucrania. El periódico añade que Bruselas efectivamente ya evalúa ese escenario, pero a la vez menciona que el tema plantea una serie de dificultades legales.
Por su parte, el viceministro de Exteriores ruso, Alexander Grushko, dijo que una medida como la propuesta por Borrell sería ilegal y conllevaría “la destrucción de los cimientos mismos de las relaciones internacionales”. Según Grushko, “estas decisiones, si se toman, afectarán a los propios europeos, al sistema financiero y socavarán la confianza en Europa y en Occidente en general. Sería una completa anarquía o, más bien, la ley de la selva”.
(EFE, Reuters, DW)