Atrapado de nuevo por el escándalo de las fiestas ilegales en Downing Street durante los confinamientos por el covid-19, el premier británico, Boris Johnson, ofreció ayer “disculpas completas”, pero rehusó dimitir, al convertirse en el primer jefe de gobierno en ejercicio que es multado por infringir la ley.
El controvertido líder conservador, de 57 años, vio su puesto en serio peligro a principios de año por el partygate, que llevó a un grupo de diputados del Partido Conservador (en el cual milita) a contemplar una moción de censura.
La operación militar rusa en Ucrania cambió el foco de atención y alivió la presión política.
Sin embargo, ayer la policía londinense anunció haber notificado más de 50 multas. Y Johnson, quien había asegurado ante el Parlamento que no se infringió ninguna regla, está entre los sancionados.
También lo están su esposa, Carrie, y su ministro de Finanzas, Rishi Sunak, hasta hace poco considerado favorito para sucederlo en el poder, y ahora sumido en un escándalo debido al ventajoso estatus fiscal de su multimillonaria esposa india.
El líder de la oposición, el laborista Keir Starmer, pidió inmediatamente la dimisión de ambos por “mentir en varias ocasiones a los ciudadanos”.
Según un sondeo rápido realizado por YouGov, 57 por ciento piensa que sí deben renunciar y 75 por ciento considera que el gobernante mintió sobre las fiestas.
Sin embargo, en una declaración a televisoras británicas desde su residencia de campo en Chequers, donde pasa Semana Santa, Johnson explicó: “he pagado la multa y ofrezco disculpas completas”, tras asegurar que entiende “la ira” de los británicos, privados en aquella época de reunirse con sus seres queridos, y “aceptar con toda sinceridad que la gente tiene derecho a esperar algo mejor”.
Pero a la pregunta de si pensaba dimitir declaró: “quiero seguir adelante y cumplir mi mandato”.
Scotland Yard lleva meses investigando denuncias de que Johnson y miembros de su equipo organizaron y asistieron a una docena de fiestas durante los confinamientos de 2020 y 2021 por la pandemia que ha dejado más de 170 mil muertos en el país de 67 millones de habitantes.
Sin embargo, la ira de los rebeldes conservadores parece calmada por la guerra en Ucrania.
Pese a calificar de “muy serio” que Johnson haya mentido al Parlamento, el diputado conservador Roger Gale descartó dar al presidente ruso, Vladimir Putin, “la tranquilidad de pensar que vamos a destituir al premier y debilitar así la coalición” contra Rusia.
“Cualquier reacción a esto tendrá que esperar”, agregó.
La investigación policial aún no concluye y se informó que podría haber más sanciones.
Fuente: AFP
