Boris Johnson, el hombre que lideró la campaña del Brexit en el referéndum de 2016, será el próximo primer ministro británico tras ganar las primarias del Partido Conservador, tras lo que insistió en que el Reino Unido saldrá de la Unión Europea el 31 de octubre.
Johnson, de 55 años, logró 92 mil de los 150 mil votos de los militantes conservadores y se impuso al actual ministro de Exteriores, Jeremy Hunt.
El miércoles por la tarde recibirá el encargo de la reina Isabel II de formar un gobierno cuya tarea más acuciante será culminar la salida británica de la Unión Europea.
“Vamos a terminar el Brexit el 31 de octubre”, dijo Johnson momentos después de ser declarado el ganador de la carrera por el liderazgo del partido Conservador en un gran acto en un centro de convenciones próximo al parlamento.
Para empezar, Johnson tendrá que lidiar de inmediato a los 27 líderes de la Unión Europea y a su propio parlamento.
La Comisión Europea felicitó a Johnson y afirmó que su presidente, Jean Claude Jucnker, “quiere trabajar con él de la mejor manera posible”, dijo una portavoz.
La agenda de Johnson se ve complicada por el peligroso contencioso con Irán por la captura de petroleros británicos en el Golfo.
Johnson, un admirador de Winston Churchill que gusta y asusta en igual medida, cumple la ambición de toda su vida de dirigir el Reino Unido, aunque en uno de sus momentos más delicados desde la Segunda Guerra Mundial.
Los británicos siguen debatiendo amargamente las consecuencias de su decisión de 2016 de abandonar la Unión Europea tras 46 años de estrechos vínculos políticos y económicos.
Johnson lleva tiempo prometiendo sacar al país de la UE antes de la fecha límite del 31 de octubre, y prometió hacerlo con o sin acuerdo.
Sin embargo, el texto que está sobre la mesa, negociado entre los 27 socios europeos y Theresa May, y rechazado por el Parlamento británico, no se toca, advirtieron en Bruselas.
El reiterado fracaso de May a la hora de imponer ese acuerdo en el parlamento la obligó a anunciar con lágrimas en los ojos su renuncia como líder del Partido Conservador el 7 de junio.
Eso desencadenó una contienda por el liderazgo conservador -y por Downing Street- en la que participan los menos de 200 mil miembros del Partido Conservador que pagan sus cuotas.
Una mayoría ajustada
Los próximos pasos de Johnson influirán en el destino de las generaciones británicas venideras y en el rumbo inmediato de la economía europea en conjunto.
Algunos expertos predicen que podría acabar durando unos pocos meses en el cargo.
La libra está cerca de su mínimo en dos años frente al dólar y al euro por temor a una ruptura sin acuerdo que dejaría en el limbo muchas transacciones comerciales, entre otras cosas.
El nuevo primer ministro toma el relevo con una precaria mayoría conservadora en la Cámara de los Comunes del parlamento.
Una mayoría que se redujo a sólo dos diputados el lunes después de la suspensión de Charlie Elphicke de las filas conservadoras tras ser acusado de tres cargos de agresión sexual.
El nombramiento de Johnson provocó que el ministro de Finanzas Philip Hammond y varios ministros más anunciasen que dimitían, principalmente porque no comparten su posición de Johnson de salir de la UE sin acuerdo.
Alan Duncan dimitó como secretario de Estado para Europa y las Américas el lunes, y desafió abiertamente a Johnson antes incluso de que asuma el cargo.
Duncan trató de forzar una prueba del apoyo de Johnson en el parlamento mediante un debate de emergencia el martes, un intento frustrado por el presidente de la Cámara de los Comunes, John Bercow.
El ministro de Justicia saliente, David Gauke, dijo que no estaba de acuerdo con la estrategia de Johnson, pero que estaba dispuesto a darle una oportunidad.
“Creo que necesita que se le dé la oportunidad de salir y negociar con la Comisión Europea”, dijo Gauke a BBC radio.
“No votaré en contra de mi partido en una moción de confianza”, añadió Gauke.
Quien sí dijo que lo haría, en cambio, es Hammond, en el caso de que se plantee una salida de la UE sin acuerdo.
Ello podría acabar conduciendo a unas elecciones adelantadas en las que los sondeos dan ganadores a los laboristas, seguidos por los conservadores, con el partido euroescéptico de Nigel Farage pisándoles los talones en tercer lugar.
Fuente: AFP