Un ataque aéreo de Estados Unidos contra un campo de entrenamiento yihadista en Libia mató a decenas de personas este viernes, entre las que “probablemente” figura un dirigente del grupo Estado Islámico (EI), coincidieron fuentes libias y estadounidenses.
Según un funcionario estadounidense del Departamento de Defensa, el bombardeo mató “probablemente” a un responsable del EI vinculado con dos ataques yihadistas cometidos en Túnez en 2015.
“Estados Unidos realizó un ataque aéreo temprano esta mañana contra un campo de entrenamiento del EI cerca de Sabrata, Libia, que probablemente mató al responsable del EI Noureddine Chouchane”, dijo.
Es la segunda vez en tres meses que Estados Unidos bombardea al EI en Libia, un país en caos desde 2011.
La casa, bombardeada al alba en la localidad de Sabrata, a 70 km al oeste de Trípoli, quedó destruida por completo, precisó un responsable local libio, Husein al Dawadi.
“El ataque causó 41 muertos; todas las víctimas se hallaban en el interior de la casa”, añadió. También dio cuenta de seis heridos. “La inmensa mayoría de los muertos eran tunecinos, probablemente miembros del EI”, dijo la fuente.
El propio Chouchane era tunecino, de 36 años. Su muerte es un golpe duro para el EI en Libia, aseguró Peter Cook, portavoz del Pentágono. “Estimamos que tendrá un impacto inmediato sobre las capacidades del EI para arraigar sus actividades en Libia, para reclutar combatientes y potencialmente planificar atentados fuera del país”, explicó.
Los atentados atribuidos a Chouchane son el perpetrado en julio en una playa cerca de Susa, en el que murieron 38 turistas, y el del museo del Bardo de Túnez, en marzo, donde murieron 21 turistas y un policía.
Ambos ataques fueron reivindicados por el EI, que está siendo bombardeado por aire en Irak y Siria por una coalición internacional bajo liderazgo estadounidense.
Advertencias de Obama
“El ataque fue muy preciso, alcanzó sólo la casa”, afirmó un responsable del gobierno instalado en Trípoli.
Libia cuenta con dos gobiernos y parlamentos, uno reconocido por la comunidad internacional en Tobruk y el otro en la capital. La ONU no deja de mediar y presionar para que salga adelante un gobierno de unidad nacional, que deje atrás la división y permita luchar eficazmente contra el EI y los traficantes de todo tipo.
El edificio tenía dos plantas y es probable que en el momento del ataque se estuviera celebrando una reunión de presuntos miembros del EI, informó un integrante del consejo militar de Sabrata que pidió conservar el anonimato.
Según Dawadi, uno de los heridos interrogados por las fuerzas de seguridad “contó haber ido al lugar con otras personas para entrenarse en el combate y que el grupo que los había llevado a Sabrata les vendó los ojos durante todo el trayecto”.
La ciudad de Sabrata está controlada por la coalición de milicias Fajr Libya, que se apoderó en agosto de 2014 de Trípoli y de otras regiones, obligando a las autoridades reconocidas por la comunidad internacional a exiliarse en el este del país.
El EI se ha arraigado en Libia aprovechando el caos en el que está sumido el país desde que una revuelta expulsó del poder en 2011 al dictador Muamar Gadafi, con apoyo de la OTAN.
El pasado junio, los combatientes del EI capturaron la ciudad de Sirte, a unos 450 kilómetros al este de Trípoli y ciudad natal de Gadafi.
El martes, el presidente estadounidense Barack Obama advirtió que no permitiría al Estado Islámico instalarse durablemente en Libia, donde se estima cuenta con unos 5.000 combatientes.
“Estamos trabajando con nuestros socios de la coalición para asegurarnos de que aprovechamos la ocasión de impedir que el EI se enraíce en Libia”, dijo Obama.
“Seguiremos actuando cuando veamos una operación y un objetivo claros”, añadió.
Fuente: AFP