El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, no impugnará los resultados de las elecciones del domingo 30 de octubre que le dieron el triunfo a su rival, Luiz Inácio Lula da Silva, informa el diario O Globo.
Al menos eso fue lo que dijo en conversaciones que sostuvo en el Palacio de Planalto con varios ministros, como Paulo Guedes, Carlos França, Ciro Nogueira y Fabio Faria.
Hasta ahora, Bolsonaro ha guardado silencio sobre el resultado electoral, que lo convierte en el primer presidente en la historia de Brasil en no conseguir la reelección.
Según O Globo, que citó a uno de los ministros presentes en las conversaciones, se prevé que el jefe de Estado emita un comunicado señalando que respetará el resultado electoral. No fijó un plazo para hacerlo, a pesar de que los ministros lo urgieron a dar un discurso hoy mismo para que “el país pueda seguir su camino con tranquilidad”.
Lo que sí dejó en claro el mandatario saliente es que no piensa felicitar a Lula por su triunfo. Ese punto, aseguró, está fuera de discusión.
Todas las altas autoridades del país, incluidas algunas afines al líder ultraderechista salieron en estampida para reconocer la victoria de Lula, al poco tiempo de que el tribunal electoral anunciara los resultados.
No dieron pie a ninguna sombra de sospecha, desmarcándose de las teorías conspiratorias de Bolsonaro, que cuestionó repetidamente la legitimidad del proceso electoral e insinuaba que desconocería el dictamen de las urnas en caso de derrota, que al final fue muy ajustada (50.9 % y 49.1%).
Reconocimiento unánime
El presidente de Congreso Nacional, Rodrigo Pacheco, fue taxativo al afirmar que los resultados son “incuestionables” y que “el presidente Bolsonaro así lo reconocerá”, poniendo más presión sobre el capitán retirado del Ejército, que guarda silencio desde anoche.
Pacheco compareció el mismo domingo en un acto inédito al que asistieron el presidente del Tribunal Superior Electoral (TSE), Alexandre de Moraes, y buena parte de los once jueces de la Corte Suprema, a los que Bolsonaro ha dedicado los más variados insultos.
En la misma línea se pronunciaron el jefe de la Cámara Baja, Arthur Lira, y el fiscal general, Augusto Aras, dos figuras clave para la continuidad de Bolsonaro en el poder, que asumió en 2019 y dejará el 1 de enero de 2023.
Fuente: O Globo/Brasil/GDA