El presidente Joe Biden indultó plena e incondicionalmente a su hijo Hunter el domingo por la noche después de insistir repetidamente en que no lo haría, utilizando el poder de su cargo para dejar de lado años de problemas legales, incluida una condena federal por la compra ilegal de un arma y por evasión de impuestos.
En un comunicado emitido por la Casa Blanca, Biden dijo que había decidido emitir la concesión ejecutiva de clemencia para su hijo “por aquellos delitos contra Estados Unidos que haya cometido o pueda haber cometido o en los que haya participado durante el periodo comprendido entre el 1 de enero de 2014 y el 1 de diciembre de 2024”.
Dijo que tomó la decisión porque los cargos contra Hunter tenían motivaciones políticas y estaban diseñados para perjudicarlo políticamente.
“Los cargos en sus casos surgieron solo después de que varios de mis oponentes políticos en el Congreso los instigaron para atacarme y oponerse a mi elección”, dijo Biden en el comunicado. “Ninguna persona razonable que analice los hechos de los casos de Hunter puede llegar a otra conclusión que no sea que Hunter fue señalado solo porque es mi hijo, y eso está mal”.
Y añadió: “Se ha intentado destrozar a Hunter, quien lleva cinco años y medio sobrio, incluso ante los ataques implacables y la persecución selectiva. Al tratar de quebrar a Hunter, han tratado de quebrarme a mí, y no hay razón para creer que esto se detendrá aquí. Ya basta”.
Fue un giro relevante para un hombre cuya presidencia y carrera de cinco décadas se construyó en parte sobre la idea de que nunca interferiría con la administración de justicia. En 2020, defendió que el expresidente Donald Trump debía ser destituido para restaurar ese tipo de independencia en la democracia estadounidense, y argumentó lo mismo en 2024.
Pero en su declaración, Biden trató de argumentar a favor de interferir después de todo, acusando a sus enemigos políticos de ir tras su hijo de formas que cualquier otra persona no lo habría hecho. Dijo que seguía creyendo en el sistema judicial, pero añadió: “También creo que la cruda política ha infectado este proceso y ha llevado a un error judicial, y una vez que tomé esta decisión este fin de semana, no tenía sentido retrasarla más”.
De hecho, el anuncio del presidente se produjo al mismo tiempo que Trump dejaba más claro que nunca que su segundo mandato se centraría en la retribución y la venganza contra Biden, con Hunter Biden como objetivo principal. El presidente electo dijo el sábado que nombraría director del FBI a Kash Patel, un leal que se ha comprometido a perseguir a los enemigos de Trump.