Bernie Sanders se adjudicó Nebraska y Kansas, mientras que Hillary Clinton, líder de la contienda del partido, ganó en Louisiana. A su vez, Ted Cruz ganó los votos de los estados de Kansas y Maine en una nueva jornada de primarias republicanas en Estados Unidos, pero su máximo rival, Donald Trump triunfó en Louisiana y Kentucky.
Ted Cruz aseguró apabullantes victorias en Kansas y Maine, y Donald Trump, al frente de la contienda entre los precandidatos republicanos, se llevó Louisiana y Kentucky en la ronda de votaciones efectuada el sábado en cuatro estados, nuevo indicio de que todavía nada está definido en la fragmentada contienda interna de la que surgirá el candidato presidencial del partido.
En el lado demócrata, Bernie Sanders derrotó a Hillary Clinton en Kansas y Nebraska, según voceros oficiales del partido.
Clinton, por su parte, logró un amplio triunfo en Louisiana.
La exsecretaria de Estado mantiene así la amplia ventaja de votos de delegados que mantiene sobre Sanders.
Los delegados serán los encargados de votar por uno y otro en la convención nacional de julio, de donde saldrá oficialmente el candidato.
“Que Dios bendiga a Kansas”, declaró Cruz durante un acto de campaña en Idaho, donde la votación será en tres días. “Los gritos que ustedes escuchan, los aullidos que vienen desde Washington D.C., es el terror total ante lo que nosotros, el pueblo, estamos haciendo juntos”.
El senador de Texas derrotó a Trump con facilidad en Kansas y Maine, mientras que el magnate sacó un triunfo en Louisiana, lo que deja ver que el atractivo que él tiene en el electorado no tiene límites geográficos. Los resultados parciales mostraban una reñida contienda entre Cruz y Trump en Kentucky.
Cruz, que tiene el apoyo del Tea Party, atribuyó su sólido desempeño al apoyo de los conservadores a su candidatura y describió el resultado como una “manifestación de un verdadero real en el impulso”.
En momentos en que la contienda interna republicana es un caos, las figuras de la clase política dirigente buscan desesperadamente una manera de frenar a Trump, quizá en una convención especial si ninguno de los aspirantes consigue antes los delegados suficientes para asegurar la candidatura.
Los líderes del partido -entre ellos los excandidatos presidenciales Mitt Romney, de 2012, y el senador John McCain, de 2008- temen que la victoria interna de Trump acarree un desastre al partido en las elecciones de noviembre, con pérdidas en todos los ámbitos.
“Todos buscan cómo detener a Trump”, declaró el multimillonario durante un acto de campaña efectuado por la tarde en Orlando, Florida, donde hizo a sus seguidores alzar sus manos y jurar que votarían por él.
Fuente: AP