El alto costo de los subsidios a la energía en México impide que beneficios como la seguridad social, lleguen a más de 30.9 millones de mexicanos concluye un diagnóstico elaborado por cinco organizaciones, en el que destacan que subsidiar la energía solamente beneficia al 10% de la población más rica del país.
“Los subsidios energéticos equivalen a eliminar la carencia en seguridad social para 20.4 millones (18.2%) de personas y la carencia en servicios de salud de 10.5 millones (9.5%) de personas”, detalla.
El documento “El alto precio de la energía barata”, estima que los subsidios a la energía en el país equivalen al 1.5% del Producto Interno Bruto: canalizar estos recursos a programas sociales ayudaría a que al menos una parte de los más de 84 millones de mexicanos que enfrentan algún tipo de carencia pudieran acceder a un satisfactor.
“La regresividad y costo de los subsidios al sector energético cancelan y revierten los efectos positivos que puede alcanzar la política de gasto focalizado (Oportunidades, Seguro Popular y Adultos Mayores)”, señala el diagnóstico elaborado por México Evalúa, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), Transparencia Mexicana, El Centro de Investigación para el Desarrollo, A.C (CIDAC) y Gestión Social y Cooperación AC (Gesoc).
Con los subsidios a la electricidad, la gasolina y el gas, quienes reciben los mayores beneficios son los mexicanos que pertenecen al segmento en el que se ubica el 10% de la población más rica del país, por ejemplo, un hogar de los más ricos de México se beneficia 20 veces más con el subsidio a las gasolinas que un hogar del segmento más pobre.
Mientras que por con el subsidio al gas se beneficia nueve veces más que un hogar pobre, y el caso de la electricidad el beneficio es 2.5 veces.
Con estas cifras, las organizaciones aseguran que los costos de oportunidad de los subsidios energéticos los padece la población más pobre y vulnerable.
En conjunto, plantearon dos demandas para que el Gobierno federal informe sobre la manera en la que se definen los subsidios al sector: que el Congreso discuta la determinación y la transparencia del Presupuesto destinados a subsidios del sector energético y la creación de una comisión especial para el análisis de subsidios y políticas económicas.
Descartaron que al mantener los subsidios al sector sea una medida para contener la inflación y citaron el ejemplo de Brasil en donde el precio de este combustible es 126% más caro que en México, y su nivel de inflación es casi similar al rondar el 4%.
Citaron que en el Gobierno del izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2011), 40 millones de personas dejaron las condiciones de pobreza para ingresar a la clase media.
Ponen también el caso de Venezuela, país cuyos precios de la gasolina son 70% menores que en México, pero su inflación es seis veces mayor, lo cual es ejemplo de que los combustibles baratos no son condicionante para mantener los índices inflacionarios.
Hasta ahora, destaca el documento, la existencia de subsidios en el sector no ha garantizado el acceso a una mejor calidad de bienes y servicios y sólo ha representado un alto costo para el erario público.
Fuente: Sin Embargo