Dos dobletes de los atacantes belgas y un gol de Batshuayi confirman a Bélgica como una de las candidatas al título. Bronn y Khazri marcaron para Túnez.
Crece Bélgica a pasos agigantados en este Mundial. Si en el primer encuentro ante Panamá ya dejó una grata impresión, hoy ante Túnez se destapó con una goleada (5-2) que coloca a los ‘Diablos Rojos’ en el carro de las selecciones favoritas al título. Romelu Lukaku, además, hizo historia en los Mundiales al convertirse en el primer futbolista después de Diego Armando Maradona que encadena dos jornadas consecutivas anotando un doblete. El ‘Pelusa’ lo hizo en México 86 contra Inglaterra y Bélgica, mientras que el punta de Manchester United lo ha conseguido ante Panamá y Túnez. Hazard (2) y Batshuayi completaron el festín belga.
El técnico del combinado belga, el español Roberto Martínez, optó por volver a dar la titularidad a Boyata, como ya hiciera en la jornada inaugural, en detrimento del blaugrana Thomas Vermaelen, ya recuperado de su lesión en el bíceps femoral, y que apunta al once en la última jornada ante Inglaterra. Terminaría siendo una anécdota, ya que Túnez apenas cercó la portería de Courtois a lo largo de todo el partido.
El ritmo que impuso Bélgica en el arranque no tardó en rendirle réditos. Apenas habían transcurrido cinco minutos de juego cuando Hazard fue derribado al límite del área y el colegiado, después de consultar con el VAR, señaló el punto de penalti. Los jugadores de Túnez protestaron al entender que el jugador del Chelsea había caído fuera del área, pero la tecnología dio la razón al árbitro. Desde los once metros, el propio Hazard se encargó de adelantar a los ‘Diablos Rojos’ en el marcador engañando por completo a Ben Mustapha.
Sin tiempo para la reacción tunecina llegaba el segundo tanto de Bélgica, obra de Lukaku tras un precioso servicio al espacio de Mertens. La ‘Bestia’ resolvió ante Ben Mustapha con un zurdazo cruzado inalcanzable para el meta. El tridente ofensivo de ‘Bob’ Martínez estaba haciendo estragos a las ‘Águilas de Cartago’ que, sin embargo, sacaban fuerzas de flaqueza para responder al golpe recortando distancias en una falta lateral botada con temple por Khazri que Bronn cabeceó al fondo de las mallas.
Por aquel entonces, el encuentro ya se había convertido en un correcalles, con Bélgica atacando a tumba abierta y Túnez buscando su opción a la contra antes del primer contratiempo serio para los pupilos de Nabil Maaloul, la lesión del goleador Bronn, que se lastimó la rodilla y se vio obligado a abandonar el campo en beneficio de Naguez.
De la mano de Hazard y Lukaku, no obstante, Bélgica seguía creciendo a la espalda de la defensa roja. Hasta que Túnez reaccionó y en el tramo final del primer acto se fue hacia arriba gracias a la clarividencia de Khazri, el fútbolista de más calidad en los norteafricanos.
Fue un espejismo y la mala suerte se cebó con el equipo de Maaloul, ya que al filo del asueto el técnico volvió perder a otro hombre por lesión, en este caso el central Syam Ben Youssef, y en el tiempo extra Lukaku hurgaba en la herida de Túnez volviendo a poner tierra de por medio en el marcador tras un delicioso pase filtrado de Meunier.
Tras el paso por vestuarios Hazard se encargaría de dejar el partido visto para sentencia a los cinco minutos de la reanudación. El talentoso mediapunta ‘blue’ bajó con el pecho en el borde de la frontal del área tunecina un misil teledirigido de Alderweireld y dejó sentado a Ben Mustapha con un autopase antes de batirle.
El trabajo estaba hecho y Martínez retiró del campo a sus dos estrellas (Hazard y Lukaku) para dar minutos a jugadores menos habituales como Batshuayi, que en el poco tiempo que estuvo sobre el campo dispuso de hasta tres ocasiones claras de gol, pero se mostró negado: le sacarón un balón sobre la misma raya de gol, estrelló otro en el palo y el portero le sacó el tercero en una gran intervención. Al final, tanto fue el cántaro del punta del Borussia de Dortmund a la fuente que terminó rompiéndose sobre la bocina con el 5-1 en el minuto 89. En el tiempo añadido Khazri maquilló el marcador para Túnez, pero solo fue eso, maquillaje, y Bélgica cotiza al alza.