Hillary Clinton y Bernie Sanders quedaron un empate técnico la noche del lunes del ‘caucus’ de Iowa. Con el 100% del escrutinio completado, Hillary obtuvo un 49,86% de respaldo frente al 49,57% Sanders. Esto implica que los dos principales candidatos demócratas se reparten los 44 delegados en juego.
La exsecretaria de Estado Hillary Clinton venció por la mínima al senador Bernie Sanders en los “caucus” de Iowa celebrados el lunes y se convirtió en la primera mujer en ganar esta cita electoral, anunció hoy el Partido Demócrata en ese estado con el 100 % de los recintos electorales contados.
Clinton se impuso a Sanders, tras los “caucus” más disputados de la historia del estado, por un margen muy escaso, con el 49,86 % frente al 49,57 % de su rival, lo que constituye un virtual empate el delegados obtenidos.
De hecho, los resultados fueron tan parejos que tuvieron que lanzar una moneda al aire en seis distritos, en las primarias demócratas de Iowa.
El senador estadounidense Bernie Sanders, aspirante presidencial por el partido Demócrata, dijo que la primaria realizada en el estado de Iowa está no obstante en un “empate virtual” entre él y la favorita, la ex secretaria de Estado Hillary Clinton.
“Esta noche, mientras los resultados aún no son conocidos, parece que estamos en un empate virtual”, dijo Sanders a sus seguidores en un acto público. Iowa ha iniciado una verdadera revolución política.
Clinton había dominado con comodidad todos los sondeos de intención de voto entre los Demócratas desde que lanzó su campaña, pero el experimentado senador de 74 años, quien se declara un “socialista democrático”, arrastra multitudes con su discurso contra “Wall Street y los millonarios”.
De hecho, en su discurso Sanders ha lanzado duros cuestionamientos sobre Wall Street, las grandes corporaciones y millonarios que ganan con dinero las elecciones.
En junio, Sanders tenía poco más de un 10% de intención de voto en Iowa. Clinton se consideraba a sí misma la candidata inevitable, la favorita absoluta que esta vez sí, esta vez tenía al alcance de la mano la nominación demócrata a la Casa Blanca.
La comparecencia de Clinton fue extraña, como parada en el tiempo de un día, una semana o incluso un mes antes. Sus palabras se vieron forzadas a ser las mismas que en campaña. “Soy una progresista que logra que las cosas se hagan”, dijo Clinton a sus seguidores, flanqueada por su hija Chelsea y su marido, Bill Clinton. Para después, disertar sobre sanidad, educación y derechos. Como en campaña.
Tras concluir Clinton, dando las gracias a Iowa, apareció Sanders. Exactamente el mismo guion. El discurso de campaña a falta de una victoria que cantar o una derrota que conceder. “Nunca es fácil perder”, dijo el senador, en referencia a la retirada de la carrera de Martin O’Malley. Desde luego, no hablaba de sí mismo. Pase lo que pase cuando se resuelva el empate, Bernie Sanders, el viejo socialista, ya ha ganado.
En la próxima semana, el partido Demócrata realizará su primaria en el estado de New Hampshire, donde Sanders parece en condiciones de imponerse, según las encuestas.
Fuente: AFP/ El País/ EFE