Diferentes gritos en los últimos años, como el de Javier Sicilia, el de #Yosoy132, y el José Manuel Mireles, muestran la indignación social. Pero la sociedad debe organizarse para asumir el control para frenar la espiral de esta guerra, advierte Pietro Ameglio, académico de la UNAM, en entrevista con Carmen Aristégui en su programa de CNN
Estamos completamente desprotegidos como sociedad civil; si nosotros no nos organizamos y asumimos el control del poder, seguiremos delegándolo como siempre, y la espiral de guerra aumentará, sostuvo el académico de la UNAM, Pietro Ameglio.
En entrevista para Aristegui CNN comentó que actualmente lo que más se reclama es justicia y “llama la atención de las proclamas, que es una palabra que ha estado muy presente y también el grito de ‘¡vivos se los llevaron, vivos los queremos!’”, en referencia a los 43 normalistas desaparecidos.
Recordó que desde el Movimiento por la Paz, en el 2011, han existido cuatro gritos muy fuertes en México, gritos masivos de indignación, de la gente en la calle, que no es común en una sociedad.
En 2011 fue el estamos hasta la madre, de Javier Sicilia y las víctimas del Movimiento por la Paz; en el 2012, el grito de ‘Yo Soy 132’, de los jóvenes, en una acumulación de indignación.
En el 2013, fue el grito de José Manuel Mireles, el ‘ya no’, por esta forma no podemos, tenemos que tener por lo menos una defensa legítima, en referencia a las autodefensas.
Ahora, el grito tiene que ver con justicia y un señalamiento claro: ‘fue el Estado’.
Todos estos gritos son herederos de los grandes gritos del 94, la madre de todos los gritos de indignación universal, que es el ‘ya basta’ del Ejército Zapatista de Liberación Nacional; y yo diría también el del 2006 mexicano, que es el ‘voto por voto’, un grito verdaderamente masivo.
Los gritos afloran en la sociedad mexicana, con enorme indignación, por lo que sale a la calle, demostrando que ha tomado conciencia de lo que ocurre.
Señaló que había esperanza de que el Estado nos protegía, que el PRI sabía como hacerlo, ese fue un argumento muy fuerte en el 2012 para la elección, pero ya se convirtió en una ilusión, la gente tomó conciencia, miró la verdad y se dio cuenta que esta imagen de la guerra del narcotráfico en realidad es una guerra por el monopolio de un territorio del delito o de una mercancía ilegal, enfatizó Ameglio.
Explicó que hay bandas y en cada banda hay identidades parecidas: fuerzas del gobierno en todos los niveles, empresarios y parte de la sociedad civil directa o indirectamente, en todas las bandas están las mismas identidades.
Agregó que hay una gran crisis y ese es el tema de fondo, al que se suma lo ocurrido con estudiantes de Ayotzinapa.
La crisis tiene que ver con la desaparición, con el exterminio, con una decisión genocida, pero también tiene que ver con una crisis de la representatividad política y de la clase política, precisó.
Ameglio señaló que es el momento para que la sociedad esté en algún tipo de mesa civil, de reserva moral, con ciertas identidades que tienen que meter su cuerpo más con lo real y que planteen un decálogo.
Debe haber un modelo desde la sociedad civil por encima del poder político. Hay que construir con figuras de los medios, de la intelectualidad, de la academia, un cuerpo social que dé la cara y que confronte a esta impunidad y violencia de Estado, propuso.
Fuente: Aristegui Noticias