Como parte de la Ley de Ingresos de la Federación (LIF) para el próximo año, los diputados también avalaron que se adelante la liberalización gradual del precio de las gasolinas por regiones.
Con el voto en contra de Morena y el Partido de la Revolución Democrática (PRD), el pleno de San Lázaro aprobó la propuesta del Ejecutivo para adelantar la liberación del precio de las gasolinas y el diésel de manera gradual y ordenada durante 2017 y 2018.
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De acuerdo con lo establecido en la reforma energética, promulgada en diciembre de 2013, dicha apertura comenzaría más tardar en 1 de enero de 2018, pero ahora está comenzará el primer día del próximo año, a la espera de la ratificación en el Senado.
Con esto, la Comisión Reguladora de Energía (CRE), con la opinión de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), deberán determinar el ritmo de la liberalización de los precios para las distintas regiones del país.
De esta manera, en las áreas que sean determinadas, ya no será la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) la que determine los precios de la gasolina, si no que éste se regirá a partir de la oferta y competencia que exista entre las franquicias de Pemex y los nuevos competidores de la iniciativa privada.
El dictamen aprobado indica también que en aquellas regiones del país donde no sean liberados los precios de estos combustibles, Hacienda continuará determinando los precios máximos y mínimos al público, como lo ha hecho este año.
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También señala que se tendrá que garantizar que los precios reflejen los precios del mercado de referencia; y que a la gasolina se le harán cargos fiscales que representan en hoy más del 45% del precio por litro de gasolina Magna, Premium y diésel.
La propuesta original de liberalización de los precios al público de gasolinas y diésel se estableció en la Ley de Hidrocarburos, y debería ocurrir a más tardar en 2018. Esta medida permitiría a los importadores fijar el precio de venta a los consumidores.
Las firmas que compiten contra Pemex como Gulf, Hidrosina y Oxxa Gas, y que ya operan en México, esperaban una liberalización adelantada que permitiría acelerar la velocidad de inversión en nuestro país.
