Algunos integrantes de las autodefensas aprendieron de armas en pandillas de California y hay un fuerte nexo con EU, revela Los Ángeles Times
Los Ángeles Times publicó que muchos autodefensas en Michoacán son repatriados desde California, donde trabajaron en los campos agrícolas y las fábricas antes de ser deportados o de regresar voluntariamente para proteger a sus familias “que tanto ha sufrido”.
Según el diario estadounidense, algunos de ellos dicen que una lección clave que “han aprendido en Estados Unidos, fue que la extorsión generalizada y el tipo de brutalidad que Los Caballeros Templarios no se debe permitir, y puede ser detenida”.
Miles de agricultores y ganaderos formaron los grupos de autodefensas en febrero de 2013 para recuperar el territorio que habían tomado Los Caballeros Templarios. Las autodefensas lograron casi la expulsión total del grupo criminal. Las autoridades federales hicieron lo propio: la mayoría de los líderes templarios están muertos o detenidos; sólo queda Servando Gómez “La Tuta”.
“La conexión de Estados Unidos ha ayudado a inspirar eventos de recaudación de fondos desde el sur de California a Chicago. Pero la fuerza –y las acciones– de algunos de los grupos de autofedensa ha preocupado al gobierno mexicano lo suficiente, que el Presidente Enrique Peña Nieto ordenó recientemente se les disueltas y sean reformados como un cuerpo de policía rural”, agrega el diario de Estados Unidos.
Los individuos, algunos de los cuales aprendieron a manejar armas como adolescentes en pandillas callejeras de California, dice Los Ángeles Times, han sido requeridos por las autoridades mexicanas a registrar sus armas de fuego con el fin de formar parte de esa fuerza.
“Quedan muchas preguntas acerca de cómo funcionará el nuevo sistema [la Policía Rural]. Y algunos de los que han regresado aquí se han desilusionado por el nivel de luchas internas entre los líderes autodefensas, y por los arreglos hechos con el gobierno y, en algunos casos, con los cárteles”, dice el diario.
“El gobierno está haciendo acuerdos con los criminales y no con los chicos buenos”, dijo José Antonio Cabrera desde su casa en Michoacán. “Pensé que todo iba a cambiar [con el movimiento de autodefensas], pero si el país no quiere cambiar, no va a cambiar. A veces pienso que fue un error de volver, pero me alegro de que puse mi grano de arena”.
La mayoría de los miembros de las autodefensas, afirma el periódico, “insisten en que sus grupos han tenido un impacto positivo”.
Probablemente no es de extrañar que muchos de los autodefensas pasaron tiempo en California, dice. Michoacán es uno de los estados mexicanos que más exportan trabajadores a Estados Unidos. En California hay por lo menos 200 organizaciones de inmigrantes dedicados específicamente a los michoacanos. Uno de los principales comandantes originales de los grupos, José Manuel Mireles, es un médico que pasó una década en Modesto, California.
Los Ángeles Times y Fusion TV, esta última una empresa de medios fundada recientemente por ABC y Univisión, dieron a conocer el pasado 10 de febrero que migrantes mexicanos establecidos en Estados Unidos estaban regresando a sus comunidades en el estado de Michoacán para apoyar a los grupos de autodefensa en su lucha contra Los Caballeros Templarios.
También dijeron que están llevando a cabo colectas entre la población hispana establecida en el vecino país para enviar dinero a los civiles que un año antes, en febrero de 2013, se levantaron en armas contra la delincuencia organizada.
El dinero, dijo Fusión, está llegando a cuentas bancarias y una de esas cuentas pertenece al doctor Mireles.
Los Ángeles Times sostuvo que “para luchar contra el cártel, los migrantes mexicanos regresan a sus lugares de origen; mucho de los que han vivido un tiempo en California viajan o envían recursos al centro de México para apoyar a las milicias que defienden sus comunidades”.
Los fondos son para suministros como la gasolina, medicina o pagos en efectivo a las viudas de combatientes de grupos parapoliciales que han caído en combate.
Fuente: La Jornada