- La vivienda de quien fuera el poder tras el trono durante el mandato de Benedicto XVI, es 10 veces más grande que el apartamento en el que vive el Papa Francisco. El céntrico piso del ex secretario de Estado vaticano tiene 700 metros cuadrados
La vivienda de lujo de casi 700 metros cuadrados a la que se quiere mudar el ex secretario de Estado del Vaticano Tarcisio Bertone ha generando debate en el pequeño Estado confesional, ubicado en el centro de Roma.
Bertone, se trasladará a su nuevo y lujoso hogar dentro del Vaticano en unos meses. La vivienda es 10 veces más grande que el apartamento en el que habita el Papa Francisco que es de 70 metros cuadrados y se encuentra en la Residencia Santa Marta.
El Papa Francisco que no deja de pregonar una “Iglesia pobre para los pobres”, al parecer no está muy contento con la nueva casa de Bertone, según apunta el diario. En su homilía del Jueves Santo, el papa habló de la alegría del sacerdocio, que tiene como “hermana” a “la pobreza”.
La nueva vivienda, que ahora está siendo reformada para Bertone, de 79 años, cuenta con 600 metros cuadrados de vivienda y una terraza de 100 metros cuadrados.
El cardenal, que dejó hace medio año la Secretaría de Estado, ha sido objeto de críticas por su gestión durante su mandato como secretario de los escándalos de abusos del caso “Vatilieaks” sobre el robo de documentos papales.
El ático de Bertone, que al parecer está ya casi terminado, sería el resultado de unir dos apartamentos espaciosos, el que ocupó durante más de dos décadas Camilo Cibin, jefe de la Gendarmería vaticana con Juan Pablo II, y el que perteneció al arzobispo Bruno Bertagna, un alto cargo de la Curia que falleció el pasado mes de octubre.
Bien es verdad que Bertone no se mudará solo, sino en compañía de las tres monjas que lo asisten desde que, en 2006, Benedicto XVI lo nombrara secretario de Estado.
En cualquier caso, y hasta que Francisco no empezó a lanzar –predicando con el ejemplo— sus repetidos mensajes de austeridad y sencillez, en la Santa Sede se veía con absoluta normalidad que los cardenales dispusieran de grandes apartamentos, dentro o fuera de los muros de la ciudad del Vaticano, y una vida de lujo que incluye coches oficiales, secretarios y religiosas para las tareas domésticas.
Pero ahora, al menos sobre el papel, el guion ha cambiado. De hecho, el Jueves Santo, Jorge Mario Bergoglio se dirigió a los sacerdotes en la basílica de San Pedro para advertirles de que no deben ser “untuosos, suntuosos ni presuntuosos”. Tal vez Bertone no lo escuchó con el ruido de las obras.
Fuente: El Mundo y El País