Pablo Pardo/ El Mundo
El ataque al consulado de Estados Unidos en Bengasi, no fue obra de aficionados ni de una turbamulta de manifestantes exaltados. Al contrario: fue ejecutado de forma sistemática, y duró cuatro horas y media. Solo al cabo de ese tiempo, las fuerzas de seguridad libias que protegen el complejo —formado por un edificio principal y varios auxiliares— lograron hacerse con el control de la situación. No parece, así pues, que se tratara de una manifestación descontrolada, sino más bien de una operación bien planeada y llevada a cabo con profesionalidad.
Así lo ve el Gobierno de Barack Obama, aunque EEUU ha rechazado por ahora calificar formalmente de atentado terrorista la acción. Pero la versión de Washington contradice de forma manifiesta a la del Gobierno libio, que habla de una masa de exaltados que entró en el edificio, y de una emboscada a un convoy de soldados estadounidenses que acudía al rescate del consulado.
La versión de EEUU es un asalto armado en toda regla que comenzó el 11 de septiembre en torno a las 10 de la noche, hora local, cuando en el complejo se hallaban entre 25 y 30 estadounidenses. Los edificios, como es habitual en las representaciones diplomáticas estadounidenses, están rodeados por un muro, pero los asaltantes consiguieron franquearlos tras alrededor de un cuarto de hora de tiroteo.
Una vez dentro del perímetro, abrieron fuego contra el edificio principal, en el que estaban al menos el embajador, Chris Stevens, y el diplomático Sean Smith. Los estadounidenses perdieron el control de ese edificio durante una hora, hasta que lo recuperaron en torno a las 11 y 20 de la noche. Entonces fue cuando encontraron el cadáver de Smith.
El cuerpo del embajador, sin embargo, no apareció hasta varias horas después. Aparentemente, fue evacuado por ciudadanos libios, y entregado a los estadounidenses en el aeropuerto de Bengasi, después de que acabara el combate. Washington no sabe si Stevens murió en la embajada o fuera de ella. Aparentemente, los atacantes no tenían al embajador como objetivo especifico.
Una vez que los asaltantes fueron expulsados del edificio principal, dirigieron sus ataques a otra construcción en la que los estadounidenses se habían refugiado. En el tiroteo, que duró hasta las 2 de la mañana, cuando los libios recibieron refuerzos, fallecieron dos infantes de marina (‘marines’), y dos estadounidenses más resultaron heridos. Un ciudadano de EEUU más fue herido durante la refriega. No hay información sobre arrestos o muertes entre los asaltantes.
Fuente: http://www.elmundo.es