Karla Castañeda Alvarado, madre de Cinthia Jacobeth, desaparecida el 24 de octubre de 2008, obtuvo refugio político por parte del gobierno de Estados Unidos, después de que fuera amenazada y acosada por autoridades del gobierno del estado de Chihuahua en México.
Castañeda fue trasladada el 11 de febrero a la garita internacional de Tijuana, por el puente fronterizo de San Isidro, California, junto con sus cuatro hijos, y presentó las evidencias del acoso, desde reportajes, videos y fotografías, así como la pesquisa de su hija desaparecida por la que exigía al gobernador y funcionarios de la fiscalía la verdad sobre estos crímenes.
Las autoridades migratorias otorgaron a Castañeda y su familia el refugio político número A205 533 105., con fecha de entrada al país el 13 de febrero, después de realizar la investigación sobre los hechos narrados por ella. También se le otorgó un plazo de hasta seis meses para que presente la solicitud de asilo y pueda ser refugiada de manera permanente en Estados Unidos.
Miembros del grupo Los Ángeles con México, en coordinación con www.5oyMexico.org y periodistas de esta casa editorial, implementaron el apoyo económico y logístico para que la madre pudiera salir de Ciudad Juárez. Erika Valencia e Iris Castellanos organizaron un concierto en la ciudad de Wittier, en beneficio de las madres del Comité de Ciudad Juárez, y la señora Karla Castañeda dará su testimonio en vivo para explicar el acoso del que fue víctima por decirle al gobernador que estaba mintiendo sobre los casos de sus hijas y que exigían la verdad. Castañeda fue una de las madres que inició la Caminata por la vida de sus hijas, como protesta por los dos huesos fragmentados con basura reciclable, que vieron en el ataúd que les entregó el pasado 14 de enero la fiscalía, con la supuesta identificación de la desaparecida Beatriz Alejandra Hernández Trejo.
Karla Castañeda, primera madre de Juárez que obtiene refugio político con sus hijos. Foto: Los Ángeles Press
Karla Castañeda dijo que las autoridades migratorias estaban sorprendidas de lo que estaban haciendo las autoridades mexicanas con las madres. También, de manera no oficial, le dijeron que en California poco se sabe de estos crímenes, y que los medios no se interesan mucho, por lo que le sugerían que también hicieran actividades de información en este país.
Castañeda también comentó que después de cuatro años, pudo dormir tranquila dentro de la sala de espera de migración, pese al ruido de las puertas, pero que se sentía protegida con sus hijos. Dijo a Los Ángeles Press que ahora se siente más fuerte con el apoyo del gobierno de Estados Unidos, y que no descansará para hacer visible los crímenes contra las hijas del Comité de madres.
Al preguntarle sobre las principales autoridades mexicanas que la hostigaron, Castañeda enumeró en primer lugar al gobernador César Duarte, porque “ella no se queda callada frente a él”, dijo, aunque las organizaciones como Red de Mesa de Mujeres le pedían que fuera prudente al dirigirse al funcionario. Después mencionó a la fiscal Rosa María Sandoval, a la directora de la organización Justicia para nuestras hijas, Norma Ledezma, a los policías municipales, a los agentes ministeriales y a la policía estatal.
El hostigamiento fue desde llamadas por teléfono, allanamientos a su casa, terror psicológico, información falsa de la fiscalía y advertencias directas sobre el riesgo en que se encontraba su vida y la de sus hijos.
Fuente: Los Ángeles Press