La Fiscalía General de Chihuahua tiene identificados al conductor del vehículo que se utilizó en el asesinato de la corresponsal de La Jornada, Miroslava Breach, y al que escribió el mensaje en la cartulina que se dejó en la escena del crimen; todavía no ha logrado identificar al asesino material y continúa investigando a quién lo ordenó.
Durante una reunión con la Comisión Especial de la Cámara de Diputados que da seguimiento a las agresiones a periodistas, el fiscal César Augusto Peniche explicó a los legisladores que si bien la ejecución de la colaboradora de esta casa editorial “rompe con algunos ‘patrones tradicionales’ de la delincuencia organizada”, en el domicilio donde se encontró el vehículo se recabaron evidencias que permiten conectar a quien elaboró la cartulina, corroborar la identidad del conductor y dispositivos electrónicos en cuyo contenido se detectó información con amenazas a la corresponsal.
Estos elementos, dijo, permiten consolidar la hipótesis de que el asesinato está vinculado a la labor periodística de Miroslava Breach. El diputado Virgilio Caballero (Morena) le preguntó si alguna de las órdenes de aprehensión giradas contra el ex gobernador César Duarte está vinculada con el crimen. El fiscal respondió que no.
Peniche sostuvo que la información de la familia donde se encontró el Chevrolet Malibu que utilizaron los homicidas apunta a que “son originarios de la sierra, donde Miroslava también es originaria”.
Cuestionado por los legisladores respecto de que el “modelo” utilizado para su ejecución no se asemeja a la forma en que actúa el crimen organizado, esto es, que se utilizó un auto con placas y sin reporte de robo, Peniche señaló que en las actividades de la delincuencia organizada hay ciertos niveles y que cuando utilizan automóviles sin placas o robados se rata generalmente de acciones de narcomenudeo.
Explicó que una de las conclusiones de la Fiscalía es que si las personas vinculadas al asesinato viajaron en un vehículo con placas y que éste no recogió al asesino, sino que éste huyó a pie, se debe a que no quisieron vincularlo con el delito.
No obstante, refirió que tanto la preparación del crimen como su ejecución fue grabado por dos cámaras, una ubicada frente al domicilio de la reportera de La Jornada, y otra en una calle perpendicular donde el auto aguardó a que se cometiera el asesinato.
Con las grabaciones se pudo reducir la búsqueda a la marca el vehículo, al modelo y al año y tras revisar en el padrón vehicular sólo había 12 con esas características, además de que se pudo corroborar que se trataba del utilizado para trasladar a los asesinos por una calcomanía en el medallón y un tallón en una de las salpicaduras.
Fuente: La Jornada