Siguen las agresiones contra aquellos que buscan detener la explotación inmoderada de los bienes naturales de México. El ataque contra Carlos Marqués Oyorzábal apunta a grupos criminales que operan en la sierra de Guerrero.
De acuerdo con La Jornada, el sábado por la noche se dio a conocer el cruel asesinato de Marqués Oyorzábal, quien fungía como comisario municipal del poblado de Las Conchitas, el cual se ubica en San Miguel Totolapan, en la región de Tierra Caliente de Guerrero.
La confirmación de esta lamentable noticia fue hecha por el Observatorio para la Paz y el Desarrollo de la Sierra de Guerrero. Según la versión compartida al mencionado diario capitalino, Marqués Oyorzábal fue interceptado por sujetos armados cuando iba rumbo a Ciénega de Puerto Alegre.
El líder ambientalista habría sido torturado, ejecutado y luego desmembrado. Sus restos habrían sido abandonados por los mismos sicarios. Según la fuente anónima, el crimen parece haber sido obra de gente de Onésimo Marquina, más conocido como El Nencho. Sin embargo, hasta el momento ninguna autoridad ha dato información del rumbo de las investigaciones.
En sus labores como comisario municipal, Carlos Marqués Oyorzábal lideraba la policía comunitaria, la cual impidió en varias ocasiones que taladores clandestinos se llevaran madera obtenida de ejidos. “Ahora vemos con preocupación que se está reforzando y fortaleciendo la delincuencia, porque muchos de los que lo mataron no eran de ahí, sino de otros lugares”.
Según publicaciones compartida en la página Facebook del Observatorio para la Paz y el Desarrollo de la Sierra de Guerrero, los campesinos de la región han recibido varias amenazas de muerte, por el “simple” hecho de intentar impedir que grupos de delincuentes exploten los recursos maderables de la zona. Uno de esos grupos criminales es identificado como “Los Tlacos”.
“Exigimos al gobernador Héctor Astudillo que intervenga su gobierno, si es que puede gobernar, porque nos atrevemos a decir que él no está haciendo nada por nuestro ejidos, en nuestra tierra, a pesar de notas y oficios que hemos firmado”, señaló recientemente para Sur de Acapulco un ejidatario de la región que defendía Marqués Oyorzábal.
Según este ejidatario, los grupos delincuenciales ven en la madera de la sierra de Guerrero un nuevo negocio, luego que el precio de la amapola cayó. “No manden programas, nada más necesitamos la seguridad (…) Tenemos una industria de aserrío, un programa de manejo autorizado por la SEMARNAT, tenemos más proyectos (…) pero por la inseguridad no podemos avanzar”.
Fuente: Sopitas/ La Jornada