Por Pineda Jaimes
El futbol es algo más que rodar una pelota. Su magia ha logrado embrujar a las más disímbolas figuras a las que ha fascinado a lo largo de su historia. Lo mismo ha impactado a escritores que a filósofos, pintores, poetas, escultores o grandes pensadores. El embrujo y la magia del futbol.
Pero no se piense que por reflexionar sobre futbol se encontrará usted con algo muy cercano a lo banal. El futbol ha sido el conducto para alabarlo, o hacer de él una fuerte crítica social. Sea por medio de libros, ensayos, ataques, reflexiones, de galerías o bien como hoy ha ocurrido en las principales calles de Brasil, a través del llamado arte urbano, con sus innumerables figuras de artistas callejeros, con el impresionante Paulo Ito, quien ha realizado el “graffiti” más importante de este mundial, en figura de un niño semidesnudo, sentado en una mesa derruida de madera con un plato encima y cubiertos en sus manos, llorando amargamente porque lo único que tiene en el plato es un balón de futbol. El grabado, en muy poco tiempo, se ha convertido en un ícono que sintetiza las protestas que se han hecho al despilfarro que significa la Copa del Mundo. El afiche, que surgiera en la barda de una escuela, rápidamente se ha reproducido en muchas otras partes y sin duda, ya este mundial será recordado por este grabado pintado por Paulo Ito.
Al mismísimo Pablo Picasso le atrapó el futbol, al que le retribuyó su célebre escultura de cerámica conocida como Footballeur; y Andy Warhol, bajo su conocida técnica plasmó una serie de fotografías del Rey Pelé. Hasta el mexicano Gabriel Orozco hizo de una pelota ponchada una de sus más célebres obras.
Es tanto el furor, que el futbol ha sido incluso causante de guerras como la que escenificaron El Salvador y Honduras, plasmada magistralmente por el Ryzsard Kapuscinski en su obra La Guerra del futbol y otros reportajes.
Ha tenido episodios negros, como quedó al descubierto cuando se supo que la Junta Militar argentina, durante el Mundial de ese país, presionó “amablemente” a los jugadores de Perú para que perdieran el partido más importante y por goliza. Así ocurrió y Argentina finalmente fue campeón, como queda de manifiesto en Futbol contra el enemigo, de editorial Contra, 365 páginas de Simon Kuper.
En esta apresurada y por ende incompleta lista, no podían faltar textos fundamentales como el de Ciro Murayama, convertido hoy en consejero electoral en el naciente Instituto Nacional Electoral de México, en su conocida obra La economía del futbol (Cal y Arena, 167 páginas), donde calcula en 500 mil millones de dólares anuales, lo que mueve este deporte en el mundo, lo que lo ubica en la actividad número 17 con respecto a otras. Y bueno, como en esto de las cifras no nos ponemos de acuerdo, la revista especializada en negocios Forbes, calcula este mismo negocio en mucho menos: “sólo” 200 mil millones de dólares.
Y en este listado no podía faltar alguien de gran talla como es Eduardo Galeano, el autor uruguayo de Las venas abiertas de América Latina. Galeano es un reconocido fan del balompié, que lo ha llevado a abordar este tema de las más diversas formas, pero sin duda una de las más importantes lo es su Futbol a sol y sombra, Siglo XXI, 271 páginas.
Este inventario, por el momento, bien lo podríamos cerrar con tres clásicos: el genial “Trino” con sus populares tiras. Conocido por su afición al Atlas –bueno, nadie es perfecto-, el tapatío presenta para esta ocasión su libro El Mundial de Trino de Tusquets, 112 páginas. Reflexione también con el llamado “filósofo del futbol”, don Jorge Valdano, con su obra Apuntes del balón, de editorial Esfera, 224 páginas; y terminar con las magistrales crónicas y ensayos de un clásico mexicano: Juan Villoro quien puede leerse en innumerables periódicos tanto de América como de Europa, o sus libros, como su más reciente obra: Balón dividido, de editorial Planeta, 228 páginas.
Y la lista de obras de arte o libros, puede seguir y seguir, pero por ahora hasta aquí le dejamos.
Nos vemos mañana. Buen día y buena suerte.
