La Procuraduría ambiental investiga el origen y causa de la posible contaminación del arroyo ubicado en Sonora, el cual presenta manchas irregulares color azul turquesa
Luego de que habitantes del ejido Miguel Hidalgo del municipio de Santa Cruz, Sonora, denunciaran el pasado 30 de marzo a la mina subterránea extractora de cobre La Parreña, de Grupo Peñoles, por presuntamente contaminar el arroyo Milpillas, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) investiga el origen y causa de esta posible contaminación.
La dependencia afirmó que está atendiendo una serie de denuncias populares que derivaron de una primera inspección a la mina a fin de revisar el problema, porque señaló que el lecho del río y las piedras están impregnadas de sulfato de cobre.
Asimismo, especialistas de la autoridad federal ambiental en la entidad realizaron un recorrido de inspección en un tramo aproximado de 1.8 km a lo largo del arroyo Milpillas, así como por ranchos y otros afluentes cercanos para explicar la presencia de manchas irregulares color azul turquesa.
La Procuraduría indicó que independientemente de los resultados de las investigaciones, la empresa minera en acuerdo y bajo supervisión de la dependencia tomó muestras del suelo, subsuelo y piedras del lugar donde aparece la coloración turquesa y las envió para su análisis y dictaminación a laboratorios certificados.
El 30 de marzo, El Universal informó que los ejidatarios advirtieron que la mina está acabando con la flora y la fauna de esa región por bombear, desde hace dos años, inmensas cantidades de sulfatos y otros metales tóxicos en el arroyo que en su recorrido desemboca a la presa del Comaquito y al Río Magdalena.
La población local también teme por la salud de sus familias ya que los animales que forman parte de su subsistencia, abrevan en esas aguas contaminadas.
De acuerdo con estudios preliminares que practicaron funcionarios de la Profepa, las mediciones de pH realizadas arrojaron que los niveles están dentro de lo permisible según la Norma Oficial Mexicana 001 de Semarnat con 7.8, cuando lo máximo permitido es 9.
Señaló que la zona montañosa donde se encuentra este río es rica en minerales, principalmente cobre, al grado de que se encuentra a la intemperie.
La Profepa convino con la minera la realización del análisis y de estudios por parte de especialistas externos certificados para garantizar dictamen final.
Comentó que los recorridos que realizaron los inspectores, algunos acompañados del denunciante y de personal de la mina, permitirán determinar la causa de la posible contaminación.
En un recorrido que realizó El Universal por el área conocida como El Cajón de Milpillas, se detectó una inusual coloración turquesa del agua y de las rocas, así como un sedimento pastoso de color verde en la tierra.
A la altura del puente El Colorado, se observaron en el suelo enormes manchas entre azul y verde.
Guadalupe Rivera, ejidatario y afectado por la posible contaminación, denunció: “Se están descargando altas concentraciones de cobre, tenemos alrededor de dos años que empezaron a desechar eso de la mina Milpillas, empezaron con poco, luego para que no quejáramos le daban vuelta a la arena, ahora eso ya no se puede esconder”.
Luego de una serie de denuncias de ejidatarios, la Profepa inició una serie de investigaciones en el lugar, cuyo dictamen aún se encuentra en proceso.
Fuente: El Universal
