Corea del Sur fue tomada por sorpresa por el arresto del jefe de la familia más rica del país y líder de Samsung en relación con un escándalo de corrupción que ha involucrado a la presidenta y conmocionado a la nación.
Los fiscales creen que Lee Jae-yong, de 48 años, vicepresidente de Samsung Electronics y el único hijo del presidente de Samsung, cuya salud flaquea, le habría pagado 36 millones de dólares a la presidenta Park Geun-hye y a una estrecha amiga para que la ayudase a conseguir el apoyo del gobierno en el proceso de cambio de liderazgo de la empresa, incluida una compleja fusión de dos firmas de Samsung.
Un vistazo al impacto que puede tener el arresto en el conglomerado:
Escaso impacto en telefonos y televisores
Algunos comentaristas dicen que el arresto de Lee podría afectar los negocios de Samsung y la economía misma de Corea del Sur, que depende de firmas como esa para sus exportaciones y la generación de empleos.
Pero otros no creen que eso suceda.
”Lo que puede afectar la empresa son las ventas del teléfono Galaxy, el desempeño de los semiconductores y la velocidad con que los rivales chinos progresan, no si Lee Jae-yong es detenido o no”, afirmó Park Sang-in, profesor de la Universidad de Seúl.
Otros ejecutivos de firmas como Hyundai y el SK Group fueron encarcelados en el pasado y siguieron dirigiendo sus empresas desde prisión.
Samsung Electronics, el principal fabricante del mundo de teléfonos celulares, televisores y chips para computadoras, tiene tres directores ejecutivos que supervisan tres áreas diferentes: los componentes electrónicos, los teléfonos celulares y los televisores.
Pero las decisiones a largo plazo, como la designación de altos ejecutivos y las fusiones y adquisiciones, pueden quedar en suspenso. Samsung generalmente anuncia cambios de personal y promociones en diciembre, pero aplazó los anuncios a raíz del escándalo en que estaba envuelta.
Lee no es el primero de su familia acusado de haber cometido delitos. Su padre fue hallado culpable de estafa y de evasión de impuestos en el 2008 y el 2009. Lee Kun-hee, el actual patriarca, dejó la presidencia de la firma cuando fue acusado formalmente en el 2008. Es previsible que el otro Lee haga lo mismo y se aleje de la empresa cuando lo lleven a juicio.
La sucesión familiar
Lee ganó presencia tras los quebrantos de salud de su padre y era visto como la nueva cara de Samsung, una persona educada en el exterior que habla varios idiomas. Prometió revitalizar la empresa, pero sus problemas legales pueden haber causado daños irreparables.
Lee fue detenido luego de que se encontró un anotador de un asesor de la presidenta Park con información que confirmaba que el gobierno había favorecido a Samsung y el proceso de sucesión.
Ese proceso sigue lineamientos definidos hace tiempo, que permitieron a Lee acumular una enorme fortuna incluso antes de lanzar su propio negocio.
Se calcula que su patrimonio es de unos seis mil millones de dólares. Lee empezó con 52 millones de dólares que le dio su padre cuando era un veinteañero. Compró acciones en varias empresas de Samsung que no se cotizaban en la bolsa y cuyo valor se multiplicó. Las acciones pueden ser vendidas cuando las compañías ingresan a la bolsa de valores. Algunas acciones fueron compradas a precios tan bajos que violaban las leyes y cuando las vendió obtuvo enormes márgenes de ganancias. Esa fue una de las razones por las que su padre fue convicto.
¿Una oportunidad de imponer reformas?
El arresto del mandamás de Samsung podría despejar el camino para que se modifiquen algunas prácticas que han sido cuestionadas y se promueva una mayor transparencia.
Si bien Lee tiene menos del 1 por ciento de las acciones de Samsung Electronics y su padre un 3.5 por ciento, la familia ejerce una influencia desmesurada en esa y otras firmas del conglomerado en parte por la forma en que está estructurado el grupo.
La fusión de Samsung C&T y Cheil Industries en el 2015 es un ejemplo de la forma en que la familia Lee se las ingenia para ejercer tanta influencia.
Muchos accionistas dijeron que el acuerdo beneficia a la familia Lee y perjudica a otros accionistas al devaluar los precios de una de las firmas.
Samsung consiguió la aprobación de la fusión gracias al apoyo del Fondo Nacional de Pensiones, un inversionista clave. Lee pasó a ser al principal accionista de la nueva entidad y tomó el control de las acciones de Samsung Electronics en poder de Samsung C&T antes de la fusión. Si Lee hubiese comprado más acciones de Samsung Electronics, le hubieran costado miles de millones de dólares. Pero al fusionar las dos empresas, no tuvo que gastar un centavo.
”El arresto de Lee Jae-yong puede conducir a cambios fundamentales, que acaben con la complicidad del gobierno y las empresas”, declaró el profesor Park, aludiendo a los grandes conglomerados controlados por familias que dominan la economía.
Fuente: AP