Un tribunal ha impuesto prisión preventiva de ocho días para el ex primer ministro. Al menos cuatro personas han muerto y mil han sido detenidas en protestas por la detención de Khan
La detención del ex primer ministro de Pakistán Imran Khan ha desatado protestas multitudinarias en varias provincias del país, con la quema de edificios oficiales y ataques a vehículos de las fuerzas de seguridad. Las autoridades han desplegado la armada al menos en la provincia de Punjab, mientras que otras regiones han pedido a las autoridades más seguridad en las calles, a la espera de que las manifestaciones continúen mientras el ex líder siga en custodia policial.
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Llega la noche y la rebelión popular no se detiene en Pakistán, manifestantes enardecidos, destruyen cuarteles militares e incendian la residencia del primer ministro Shehbaz Sharif, títere impuesto por EEUU; exigen en defensa de la democracia la libertad de Imran Kahn. pic.twitter.com/ONAaDGfdlr
— DAViD.cu (@_Davidcu) May 9, 2023
Al menos cuatro personas han fallecido y más de una veintena han resultado heridas en los disturbios, según anunciaron las autoridades sanitarias en la ciudad de Peshawar. Por otro lado, cerca de mil personas han sido detenidas, en su mayoría miembros y simpatizantes del partido de Khan, el Movimiento por la Justicia de Pakistán (PTI). Entre los detenidos se encuentra el secretario general del partido, según informó el PTI en un comunicado. Las fuerzas de seguridad por su parte, emitieron un comunicado anunciando las detenciones y señalaron que al menos 130 policías y funcionarios del Estado resultaron heridos en las protestas.
Por otro lado, el director general de Radio Pakistán, una de las principales emisoras del país, ha anunciado que una muchedumbre intentó entrar en el edificio de la radio y posteriormente prendió fuego a las oficinas. Por otro lado, poco después de que el Ejército desplegara sus fuerzas en Punjab, la gobernación de la provincia noroccidental de Khyber Pakhtunkhwa pidió también el despliegue de tropas para sofocar las protestas.
El ex primer ministro compareció este miércoles ante un tribunal para declarar sobre un caso de corrupción que pesa sobre él. Khan ha sido acusado de vender ilegalmente obsequios estatales durante su mandato, entre el año 2018 y 2022. Durante su comparecencia Khan rechazó las acusaciones y señaló que se trata de un complot político contra su persona.
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Occupied Pakistan ! pic.twitter.com/4rp4zk1jum
— Amina Zubair (@amnakhani123) May 10, 2023
Según medios locales, la Fiscalía solicitó prisión preventiva de catorce días para Khan, medida a la que se opusieron sus abogados. La defensa del ex líder niega todos los cargos que se le imputan y alertó que se deberían investigar primero las circunstancias de la detención de Khan. Éste fue arrestado el martes por un cuerpo militarizado del país cuando acudió al Tribunal Supremo a declarar por un caso judicial. Su partido calificó el súbito arresto de “secuestro” y llamó a los seguidores del partido a salir a la calle a protestar. Tras varios momentos de tensión en la comparecencia, el tribunal impuso una prisión preventiva de ocho días para el líder político.
Khan fue destituido de su cargo como primer ministro en abril del año pasado mediante una moción de censura en el Parlamento. En los últimos meses la Fiscalía ha abierto contra él una decena de casos judiciales por corrupción, terrorismo y blasfemia, que podrían dejarlo fuera de la política por completo en caso de ser declarado culpable. Por su parte, el acusado niega todos los cargos y asegura que se trata de una estrategia para poner trabas a su campaña electoral para las elecciones nacionales. Los comicios se deberían celebrar como muy tarde en octubre, pero Khan busca adelantarlos aprovechando el apoyo popular que recibe desde hace meses.
La ex estrella del cricket metido en política ha sabido movilizar a sus seguidores desde que fue destituido del poder, provocando enfrentamientos constantes con las fuerzas de seguridad. Hace dos meses el Tribunal Supremo emitió una orden de arresto contra Khan, que tuvo que retirar poco después por los disturbios desatados por sus seguidores.
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Las protestas iniciadas la noche del martes han hecho tambalear la rupia pakistaní y debilitado aún más las reservas del país. La economía pakistaní sufre desde hace meses una grave crisis inflacionaria, con un récord de aumento de precios del 36,4% el pasado abril. El Gobierno ha hecho malabares para obtener financiación del Fondo Monetario Internacional pero tras varios intentos, aún no ha obtenido luz verde para recibir ayuda financiera del exterior.
Al aumento de precios se le añade que más de 33 millones de personas se vieron afectadas por las graves inundaciones del año pasado y a eso se le suma la inestabilidad en las calles provocada por las tensiones políticas.
Hace unos días el actual Gobierno del primer ministro, Shehbaz Sharif, quién inició la moción de censura para desbancar a Khan, llegó a un acuerdo con el PTI para celebrar elecciones nacionales y provinciales simultáneas, aunque aún se desconoce la fecha. Ambas partes llegaron a un acuerdo tras meses de crisis parlamentaria, después de que el PTI disolviera las asambleas de varias provincias, en un intento de convocar elecciones anticipadas. El Gobierno rechaza adelantarlas argumentando las dificultades que supondrían en medio de la crisis económica.
La detención de Khan y las protestas de sus seguidores podrían dejar en papel mojado el frágil acuerdo para celebrar los comicios simultáneos. Khan aprovecha cualquier intervención pública para acusar al Gobierno de complot político contra él y para movilizar a la población para adelantar los comicios.
