La policía de Hong Kong disparó balines con pimienta y detuvo a 300 manifestantes, que junto con miles de personas protestaban airadamente el miércoles en las calles de la ciudad contra una nueva ley de seguridad nacional propuesta por China que ha encendido la alarma internacional, reporta la agencia Reuters.
En el centro del distrito financiero, la policía antidisturbios dispersó a la multitud y rodeó a grupos de decenas de manifestantes en otras partes de la ciudad semiautónoma, obligándoles a que se sentaran en la acera antes de proceder a registrarlos.
De acuerdo con Reuters, la fuerte presencia policial en torno al Consejo Legislativo disuadió a los manifestantes que planeaban interrumpir el debate de un proyecto de ley que tipificará como delito la falta de respeto al himno nacional chino. Se espera que la ley sea promulgada el mes próximo.
Enfadados por lo que consideran una amenaza para sus libertades, personas de todas las edades salieron a la calle, algunas vestidas de negro, otras con ropa de oficina o uniformes escolares y otras escondiendo sus rostros bajo paraguas abiertos, en escenas que recordaban los disturbios que sacudieron Hong Kong el año pasado.
La agencia cita que las protestas se reanudaron en las calles de Hong Kong después de que Pekín propuso una nueva ley de seguridad nacional para hacer frente a la secesión, la subversión y las actividades terroristas. El nuevo marco legal podrían hacer que organismos de inteligencia chinos establezcan sedes en la ciudad semiautónoma.
La medida desencadenó el domingo los primeros disturbios de gran magnitud en las calles de Hong Kong en meses y la policía disparó gas lacrimógeno y cañones de agua para dispersar a los manifestantes.
Fuente: Reuters