Los demócratas acuden el lunes a las asambleas partidistas de Iowa con una gran interrogante en la mente: ¿Quién de los aspirantes a la candidatura presidencial de su partido es el mejor para ganarle al presidente Donald Trump en noviembre?
No hay hasta ahora ningún favorito claro en la competencia, si bien el senador de Vermont Bernie Sanders parece tener una ínfima ventaja. Pero también tienen fuertes posibilidades el exvicepresidente Joe Biden, la senadora de Massachusetts Elizabeth Warren y el exalcalde de South Bend, Indiana, Pete Buttigieg.
La senadora de Minnesota, Amy Klobuchar, también está ganando impulso, mientras que otros participantes son el empresario Andrew Yang, el multimillonario Tom Steyer y la legisladora de Hawaii, Tulsi Gabbard.
Los caucuses se realizan tras campañas electorales que en total han sumado más mil millones de dólares y que han sacado a luz álgidos debates sobre raza, género, identidad, impuestos y la necesidad de reformar el sistema de salud. En los días previos algunos candidatos incluso se han retirado de la contienda.
Al final del día miles de demócratas habrán participado en la consulta de Iowa, la primera de más de 50 competencias internas que se desarrollarán a lo largo y ancho del país los próximos cinco meses. Iowa ofrecerá el primer veredicto de quién de los precandidatos demócratas luce como el preferido para derrotar a Trump en las elecciones de noviembre.
Es un día preñado de posibilidades para el Partido Demócrata, que ha logrado fortalecer su posición desde que Trump consiguió la presidencia en el 2016. Sin embargo, en lugar de optimismo, lo que reina entre los demócratas es la ansiedad y la incertidumbre, tras un período de fricciones internas.
“Quien diga que sabe quién va a ganar, o Dios se lo ha dicho o no sabe de lo que habla pero que la verdad es que nadie lo sabe”, comentó Deidre DeJear, exdirectora de la campaña en ese estado para Kamala Harris y la primera mujer que ganó una primaria en Iowa.
De Iowa saldrá apenas una pequeña cantidad de delegados para poder ganar la nominación, pero su lugar como el primer campo de batalla le da un rol desproporcionado en las primarias. Un mal desempeño en Iowa podría privarle a un candidato de donaciones y afectarlo en las contiendas siguientes, mientras que una victoria le daría a impulso hacia la nominación.
En elecciones recientes, ha ocurrido que el ganador de la contienda en Iowa pasa luego a ganar la candidatura del partido.
La campaña electoral del 2020 se realiza bajo numerosas distracciones, especialmente el juicio político realizado a Trump, durante el cual varios candidatos, debido a que son senadores, debían permanecer en Washington para participar en el proceso. Incluso el lunes, Sanders, Warren y Klobuchar tendrán que quedarse en el Congreso para realizar trámites relacionados con el caso Trump.
Entretanto el exalcalde de Nueva York y empresario multimillonario Mike Bloomberg está librando una campaña paralela, ignorando Iowa para concentrarse en las internas futuras en los demás estados.