La competencia en Tokio continúa su vuelo. Con el lema de ‘Tenemos alas’, los Juegos Paralímpicos fueron oficialmente inaugurados por el emperador de Japón Naruhito en el Estadio Nacional, 16 días después de la clausura de los Juegos Olímpicos y un año después de la fecha prevista inicialmente por la pandemia de Covid 19.
Un relato de esperanza e inclusión, una metáfora que narró una escena cotidiana en la vida de una persona en un aeropuerto, y con un mensaje que invitó a mirar hacia adelante, con unidad y esfuerzo pese a estos difíciles momentos por la pandemia, fue el tema en el Estadio Nacional.
En el clímax de la representación, una adolescente de 13 años en silla de ruedas, caracterizado como un avión con sólo un ala, desea volar, pero que ha perdido toda esperanza de hacerlo pues está incompleta. En arranque de coraje y contra las limitaciones, se esfuerza por conseguir sus sueños y logra por fin emprender el vuelo.
Cuando los contagios mantienen la máxima alerta en el país asiático y su amenaza se percibe en cada detalle, desde la ausencia de público presencial hasta en los pequeños gestos de cada acto. Desde el palco de autoridades en el estadio, sin espectadores como medida sanitaria, el emperador con mascarilla blanca entonces dio la voz de inicio:
“Declaro abiertos los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020”, pronunció tras el cubrebocas.
Apenas algunos dirigentes y medios de información pudieron asistir al espectáculo y al desfile de las delegaciones que supone el punto de partida de 13 días de una exposición mediática inusual en los deportes paralímpicos, ya que se espera una audiencia de cuatro mil millones de telespectadores a lo largo de la cita, según el Comité Paralímpico Internacional.
Desde hoy y hasta el 5 de septiembre, 4 mil 400 deportistas paralímpicos, de 162 delegaciones del mundo, aspirarán a las 539 medallas de oro en liza.
México participa con un equipo de 60 competidores, 29 mujeres y 31 hombres, quienes buscarán conquistar la medalla número 300 para el país en su historia paralímpica. Desde 1972, cuando inició la participación tricolor, han sumado 289 preseas, 97 de oro, 90 de plata y 102 de bronce. La misión pretende también alcanzar los cien metales dorados.
Una de las cartas fuertes mexicanas será la levantadora de pesas Amalia Pérez, tricampeona paralímpica en tres ediciones consecutivas: Pekín 2008, Londres 2012 y Río de Janeiro 2016. Pese a la casi inexistente competencia internacional previa a estos Juegos, una consecuencia de la pandemia, la atleta tiene amplias expectativas de volver a subir al podio, como ella ha manifestado.
El deporte tricolor empezará este martes por la noche (horario de México) con natación, donde el multimedallista Gustavo Sánchez buscará otra vez el podio y Luis Armando Andrade tratará de colgarse una presea en los cien metros libres.
“No alcanzo a creerme que al fin estamos aquí”, se congratuló el presidente del Comité Paralímpico Internacional, Andrew Parsons, este martes. “Muchos dudaban que este día llegaría, muchos pensaban que era imposible, pero gracias a los esfuerzos de muchos, el evento deportivo dotado de la mayor fuerza de cambio del planeta está a punto de comenzar”.
Japón presenta la segunda delegación más numerosa, con 254 deportistas, detrás de China, dominadora del medallero en todas las ediciones desde 2004.
El comité de refugiados abrió el desfile, liderado por el nadador afgano Abbas Karimi y la lanzadora siria Alia Issa, primera mujer en integrar la delegación.
En cuanto a la bandera afgana, desfiló a pesar de la ausencia de sus dos atletas representantes, que no lograron llegar a Tokio debido a la toma de poder de los talibanes. Su paso fue aplaudido incluso por una parte de los periodistas y autoridades.
La presencia de la pandemia se percibe en la organización de esta edición, el archipiélago nipón registra un récord de 25 mil casos diarios, alcanzado en estos últimos días y Tokio afronta su octava semana de estado de urgencia.
Algunas ausencias en el recinto así lo recordaron: los deportistas de Nueva Zelanda no acudieron a la cita y la presencia brasileña se redujo a cuatro personas.
Fuente: AFP/ Reuters/ La Jornada