La formación emergente Podemos y la histórica coalición Izquierda Unida (comunistas y republicanos) alcanzaron finalmente un “preacuerdo” electoral con el que aspiran a concurrir juntos en los próximos comicios generales, del 26 de junio.
Ambos partidos aspiran a convertirse en el principal referente de la izquierda y en superar en votos al Partido Socialista Obrero Español (PSOE), que ve peligrar su segunda plaza en el escenario electoral español.
Las elecciones de finales de junio serán las primeras desde la transición a la democracia en la que no concurrirá en solitario Izquierda Unida (IU), antes el Partido Comunista de España, que fue durante décadas un pilar esencial del sistema político español y un eslabón fundamental en la construcción de la transición a la democracia.
La deuda económica, de más de 11 millones de euros, la caída paulatina de su expectativa electoral -en las últimas elecciones, las del pasado 20 de diciembre, logró alrededor de un millón de votos pero sólo dos escaños- y el “proyecto” de una “alianza de fuerzas del cambio”, que permita cambiar al gobierno de la derecha, le han llevado a aliarse con Podemos.
Ambas formaciones, de conseguir un resultado similar al de las pasadas elecciones, podrían superar los seis millones de votos y convertirse en la segunda fuerza en sufragios, sin embargo todavía quedan dos meses de campaña electoral para ver si finalmente Podemos logra frenar la huida de votantes que detectan los sondeos electorales, los cuales le auguran una perdida de más de tres puntos porcentuales.
Actualmente el líder de IU, Alberto Garzón, es el dirigente mejor valorado de la política española, mientras que Pablo Iglesias, el líder de Podemos, es el segundo peor valorado, sólo superado por el presidente del gobierno, Mariano Rajoy.
La presencia de Garzón y de IU en la coalición podría convencer a una parte del electorado español que ha expresado su rechazo frontal al proyecto de Podemos y al liderazgo personalista de Iglesias.
Ambos partidos someterán a votación de sus bases el acuerdo, que será el último escollo antes de que finalmente se formalice la unión que aspirará a gobernar España los próximos cuatro años y en convertirse en la primera fuerza que logra sacar del gobierno tanto al derechista Partido Popular como a su principal rival, el PSOE.
Fuente: La Jornada
