El Senado de Argentina, con los 61 votos de congresistas presentes, aprobó este miércoles la emergencia alimentaria, enviada la semana pasada por la Cámara de Diputados, bajo la presencia cada vez mayor de miles de manifestantes de las organizaciones sociales y de desempleados que ocuparon la plaza frente al Congreso con el lema “el hambre no espera”.
Para la mayoría de los analistas, fue la presión de la calle, con manifestaciones en todo el país y el agravamiento de la crisis, lo que llevó a los legisladores de la gobernante alianza Cambiemos a acompañar el proyecto de los opositores, para distender la situación que estaba llegando al borde del estallido social.
A pesar de que se propuso una sesión breve, tratando de rehuir la discusión que también incidiría en la campaña electoral, hubo discusiones, entre los presidentes de los bloques. También momentos tensos, ante la situación que se vive en la provincia patagónica de Chubut donde dos maestras murieron en un accidente al regresar de una marcha que realizan los docentes desde hace varios días, pues más de 60 mil empleados públicos, maestros y jubilados no han cobrado ahí desde agosto.
Recientemente un grupo de “matones” atacó a un grupo de maestros en una carretera, donde se mantenían acampados en una protesta cotidiana, que recibió la solidaridad de todos los gremios del país.
“Esta ley nos interpela a todos los que tenemos responsabilidades institucionales. Estamos frente a una circunstancia trágica si en un país, que provee de alimentos a 400 millones de personas en el mundo y no resolvemos cómo alimentar a 15 o 20 millones de argentinos”, dijo el titular del bloque Justicialista en el Senado, Carlos Caserio, en relación a la emergencia alimentaria.
El pasado domingo en Salta, durante los festejos de la Virgen del Milagro, un obispo dirigiéndose a Macri que asistió a los festejos le dijo que había prometido el hambre cero y le recomendó “llévate la cara de los pobres”, en uno de los más duros sermones de la Iglesia.
En la calle, los miles de manifestantes esperaban la decisión del Senado, dispuestos a no volver a sus casas hasta no tener una respuesta y, por otra parte, exigieron que se aplique ya porque desde el 12 de agosto pasado, la situación de pobreza avanzó en todas partes y en especial en las provincias, cuyos gobernadores exigen a Macri, que termine con las deudas que tiene el gobierno nacional con ellos, ya que se están al borde de estallidos por hambre.
Se mencionó asimismo que más de cinco millones de Argentinos no llegan a acceder a la canasta En 2019 el gobierno sólo gastó 58 por ciento del presupuesto para políticas alimentarias. La ley de emergencia estará vigente hasta 2022.
Por otra parte, el gobierno de Mauricio Macri dio marcha atrás en el congelamiento del precio de los combustibles para los próximos tres meses y anunció un aumento, lo que continuará disparando la inflación que se espera llegará a fines de septiembre a 5.6 o 6 por ciento.
Fuente: La Jornada