Participan Emiratos Arabes, Kuwait, Bahréin, Qatar, Jordania, Marruecos, Egipto y Pakistán, EE UU confirma su apoyo logístico y de inteligencia a la intervención. Irán pide el cese inmediato de las hostilidades. (En el video, las protestas contra los bombardeos)
Los rebeldes Huthi consideran una declaración de guerra contra Yemen los bombardeos aéreos de la madrugada de este jueves por parte de Arabia Saudí. Sus portavoces piden voluntarios “para luchar contra el invasor”, una coalición de una decena de países árabes suníes, algunos de cuyos miembros parecen dispuestos a participar en una eventual ofensiva terrestre. Irán, considerado aliado de los Huthi, ha pedido un cese inmediato de las hostilidades. Mientras, en Saná, la capital yemení, sus habitantes se muestran divididos entre quienes aplauden la intervención y quienes la ven como una nueva inmiscusión extranjera en sus asuntos.
El sobresalto de los bombardeos ha dejado confundidos a los habitantes de Saná. Todavía a media mañana se oye el repiqueteo de las baterías antiaéreas. Los colegios permanecen cerrados, según relata Jaled, un padre de cuatro chavales, que no les hubiera enviado a clase en cualquier caso. Pero quienes tienen trabajo han intentado acudir a él como cada día.
“Hay menos controles que en los días pasado”, señala Jaled por teléfono sin poder ocultar su incertidumbre por el futuro. En su opinión, “no había otro remedio” que esta intervención saudí porque los Huthi se habían excedido en su inicial campaña contra la corrupción y se habían ensañado con mucha gente en la imposición de sus normas.
Desde la cadena Al Masirah, en manos de los rebeldes, sus portavoces hacen continuos llamamientos a que los hombres se unan al Ejército para combatir al agresor. Más allá de sus seguidores, el discurso de una invasión contra el territorio nacional encuentra eco en una parte de los yemeníes que nunca han tenido muchas simpatías por el vecino saudí, que tiene una larga historia de intervención en Yemen, pero que también ha pagado tradicionalmente muchas de sus facturas.
“Es una declaración de guerra”, ha declarado Mohamed al Bukhaiti, un responsable Huthi, a la cadena catarí Al Jazeera. Para ese grupo “hay una agresión en marcha” y Al Bukhaiti ha asegurado que sus milicianos “se enfrentarán a ella con valentía”. En su opinión, “las operaciones militares van a arrastrar a la guerra a la región”.
Arabia saudí ha lanzado una operación militar de madrugada para frenar el avance de lo que, portavoces saudíes califican de “fuerzas aliadas de Irán”. Los rebeldes Huthi, apoyados por tropas leales al ex presidente Ali Abdalá Saleh, llegaron ayer a las puertas de Adén, donde se había refugiado el presidente yemení apoyado por la comunidad internacional, Abdrabbo Mansur Hadi. La facilidad con la que han ido ocupando territorio, sin apenas combates, hacía temer que se hicieran con la segunda ciudad del país, igual que en enero se hicieron con Saná.
“Irán quiere un cese inmediato de todas la agresión militar y los bombardeos contra Yemen y su población. (…) Es una violación fragante de la soberanía nacional, y va a complicar aún más la situación, extender la crisis y anular las posibilidades de un arreglo pacífico a las diferencias internas”, ha declarado la portavoz de Exteriores iraní, Marzieh Afkham, en un comunicado.
Riad, que cuenta con el apoyo de sus socios del Consejo de Cooperación del Golfo a excepción de Omán, ha movilizado a 150.000 soldados y un centenar de aviones, según la cadena saudí Al Arabiya. El mismo medio indica que también participan aviones de Emiratos Árabes Unidos (EAU), Kuwait, Bahréin, Qatar, Jordania, Marruecos, Egipto y Pakistán. Estos dos últimos han desplegado además a sus fuerzas navales.
La condena iraní, esperada dada la simpatía que Teherán ha mostrado hacia los Huthi, se produce después que se haya conocido Arabia Saudí ha pedido tropas a Pakistán para una eventual operación terrestre. “Estamos examinando el asunto”, ha admitido la portavoz del Ministerio de Exteriores, Tasnim Aslam. Al Arabiya daba por hecho que ese país, al igual que Jordania, Egipto, Jordania y Sudán están dispuestos a participar en la campaña terrestre.
De momento, el ataque inicial ha permitido a las fuerzas leales a Hadi recuperar el aeropuerto de Adén, pero también ha causado las primeras víctimas civiles en Saná. Al menos 13 personas han muerto, según Reuters, al resultar alcanzadas algunas casas próximas a la base aérea adyacente al aeropuerto de la capital.
El inicio de las operaciones internacionales ha sido confirmado por el embajador saudí en Estados Unidos, Adel al Jubeir, que las ha justificado para “proteger y defender al Gobierno legítimo” de Hadi. Al Jubeir ha precisado que Estados Unidos no está entre los diez países de la coalición. Sin embargo, la Casa Blanca ha confirmado que el presidente, Barack Obama, ha autorizado la entrega de “apoyo logístico y de Inteligencia” a las operaciones militares.
Fuente: El País