Ataque a Jair Bolsonaro: ¿quién sale beneficiado? El atentado lo pone en posición de víctima. Pero la respuesta está en la evolución de su estado de salud.
En un principio, todo estuvo bajo sospecha. Si el ataque con un cuchillo doméstico apenas había lesionado superficialmente al candidato Jair Bolsonaro, y si solo le habían suturado la herida con 6 puntos ¿por qué no pensar en una suerte de “auto atentado”. Esa fue la primera reacción en las redes sociales opuestas al candidato ultraconservador. Pero luego de las 20 horas, cuando los médicos cirujanos se presentaron ante los periodistas y relataron la gravedad del caso, esa versión se diluyó. Ahora, en cambio, aparece el interrogante inverso. Y quien se lo formuló fue el hijo del diputado, Eduardo. Afirmó, en un video, que esto no fue una agresión realizada por una única persona. Por el contrario, aseveró: “Ese cuchillo pasó por muchas manos antes de llegar a las manos del atacante”.
Las repercusiones en las elecciones, que ya venían en un marco de incertidumbre, pueden ser considerables. Un indicio del impacto es el hecho de que todos los presidenciables sin excepción decidieron suspender sus campañas. En cierto modo, hay un temor generalizado de que esto provoque reacciones en el campo del “bolsonarismo”. Se sabe que en ese segmento de la militancia política hay personas “radicalizadas” que podrían responder en forma imprevisible.
También es cierto que la gravedad de la herida infligida en el candidato, que este viernes fue trasladado al hospital Einstein de San Pablo (una de las instituciones privadas más prestigiosas), lo dejará un buen tiempo fuera de carrera. Al menos los próximos 10 días deberá permanecer internado y luego entrará en un proceso de recuperación lenta.
Impulso
Todo esto ocurre cuando apenas faltan 30 días para la primera vuelta, el 7 de octubre. Muchos sostienen que el diputado, que se postula por el Partido Social Liberal, tendrá un impulso adicional por la “simpatía” que puede ejercer su caso. Y esto, dicen, lo llevaría a crecer en las encuestas. Pero ese supuesto “beneficio” se verá anulado precisamente por la imposibilidad de Bolsonaro de entrar en contacto con sus seguidores.
En un relevamiento entre veteranos de las ciencias políticas, muchos de ellos subrayaron precisamente esa situación. En el caso de Carlos Melo, profesor del Insper, una prestigiosa institución educativa. “Casos como el de Bolsonaro tienen un efecto muy fuerte en la prensa. Y eso quedó claro en las primeras horas que siguieron al atentado”. Para Pablo Ortellado, profesor en la Universidad de San Pablo, el ataque colocó al candidato en la posición de víctima “y tiene más oportunidad de vigorizar su campaña”. Otros aluden a la “extrema polarización política” como el factor que generó el episodio del jueves.
Visto objetivamente, más de 60% de los votantes sufren por una situación inédita en muchos sentidos. Son los que quieren a Lula da Silva (39%) y los que admiran a Bolsonaro (22%). Por ahora, ese gran segmento del electorado está sin candidato.
Difícilmente Geraldo Alckmin, ex gobernador de San Pablo, podrá sustituir al diputado en el sector de ciudadanos que lo sigue. Este candidato socialdemócrata está estacionado entre un 7 y un 9 por ciento, por debajo de Marina Silva y de Ciro Gomes, que ostentan 12% cada uno.
De cualquier manera, no es nada fácil tejer pronósticos. Recién la semana próxima, cuando por un lado el PT nombre a Fernando Haddad como su presidenciable, y por el otro se pueda saber la evolución de la salud de Bolsonaro, podrá aclararse un poco el escenario electoral brasileño.
Fuente: El Clarín