El juez federal que preside el caso de Genaro García Luna emitió una decisión que aprueba la solicitud de los fiscales estadunidenses para establecer un jurado anónimo y parcialmente aislado a fin de “proteger la integridad del juicio” ante el potencial de hostigamiento e intimidación del acusado y sus aliados.
El juez federal Brian Cogan, en su decisión por escrito, evaluó los argumentos de los fiscales y la defensa sobre el asunto y concluyó que aunque el ex secretario de Seguridad Pública de México no está acusado de delitos violentos, sí de actividades en las que “facilitó la violencia y el narcotráfico del cártel [de Sinaloa]al entregarle información y protección a un nivel muy alto” a cambio de sobornos multimillonarios.
García Luna “no puede negar conocimiento de las actividades violentas del cártel…. esta violencia generalizada y el extenso alcance del cártel hacen razonablemente probable que integrantes del jurado podrían preocuparse por su seguridad individual si no les es otorgado el anonimato”, argumenta el juez.
El juez Cogan agrega que los fiscales también mostraron “una preocupación legítima de que García Luna, como un ex alto funcionario del gobierno con profundos vínculos tanto con el gobierno mexicano y el cártel de Sinaloa, probablemente tiene la intención y los recursos para involucrarse en la intimidación y hostigamiento de testigos”, y por lo tanto también para intentar manipular al jurado.
Finalmente, el juez coincide con los fiscales que el caso es de alto interés en los medios de comunicación, y que eso también es razón para establecer el anonimato del jurado ante la posibilidad de que sus nombres sean revelados públicamente y exponerlos así a intimidación y hostigamiento tanto por amistades o enemigos del acusado.
La decisión implica que la identidad de los integrantes del jurado permanecerá oculta dentro del tribunal, serán escoltados por alguaciles en sus traslados para llegar y salir del juzgado, y sus detalles personales -nombres, sitios de trabajo o domicilios- no serán divulgados a fiscales, abogados de defensa o la prensa.
El juez Cogan tomó esta misma decisión en 2018 estableciendo un jurado anónimo y parcialmente aislado para el juicio de Joaquín El Chapo Guzmán Loera que presidió en este mismo tribunal federal.
La defensa se había opuesto a esta solicitud argumentando que erosionarla la suposición de inocencia de García Luna en el juicio y que éste no está acusado ni tiene un historial crímenes violentos.
Mientras tanto, los fiscales informaron que siguen compartiendo evidencia clasificada y protegida con los abogados de defensa, incluyendo material que el propio acusado no está autorizado a revisar. Esto aparentemente incluye información sobre un par de testigos potenciales que posiblemente son los mencionados recientemente por fiscales identificados sólo como un informante encarcelado con García Luna y una periodista mexicana que acusa ser víctima sus intentos de intimidación en años pasados.
García Luna, quien fue arrestado en Dallas y trasladado a Nueva York en diciembre de 2019, enfrenta cargos de que entre 2001 y 2012, cuando ocupaba primero la dirección de la Agencia Federal de Investigaciones y, a partir de 2006 a 2012, como secretario de Seguridad Pública, brindó asistencia al cártel de Sinaloa a cambio de sobornos de decenas de millones de dólares.
El juicio de García Luna está programado para comenzar el 24 de octubre ante el Tribunal Federal de Distrito del Este en Brooklyn, Nueva York, el mismo lugar y juez donde se realizó el juicio de El Chapo.
Fuente: La Jornada