Ante un Congreso local sitiado por un grupo de choque priista de al menos 200 integrantes, la mayoría de los diputados sonorenses encabezados por el PRI y el PAN, aprobó esta mañana que el Legislativo se circunscriba a los deseos del Ejecutivo, comandado por la gobernadora, la priista Claudia Pavlovich Arellano.
También se eliminaron privilegios a funcionarios al eliminar el fuero, los fondos legislativos y que el Poder Judicial rinda un informe anual.
La aprobación de las reformas ocurrió en un contexto de protestas por parte de legisladores electos y simpatizantes de Morena, quienes acudieron al Congreso a protestar por el albazo legislativo.
Más de 100 policías resguardaron el acceso del Congreso para evitar que los inconformes ingresaran a “reventar” la sesión extraordinaria.
Es lamentable ver a policías en el Congreso de Sonora, en la Casa del Pueblo, protegiendo el atraco a la voluntad de los sonorenses el pasado 1 de julio, declara el Coordinador Estatal, @JorgeTaddeiB pic.twitter.com/qsbu60tIBI
— Morena Sonora (@MorenaenSonora) August 8, 2018
Los cambios a la Constitución de Sonora ocurrieron con 27 votos a favor, sólo tres diputados se negaron a aprobarla, uno de Movimiento Ciudadano y dos de Acción Nacional.
Las reformas pasarán a los 72 Cabildos Municipales y en caso que sean aprobadas por la mitad más uno quedarán promulgadas al ser publicadas en el Boletín Oficial del Estado.
Entre los cambios a la Legislación local está la ampliación del poder de veto que tiene la Gobernadora; además, se pretende que las reformas constitucionales aprobadas por el siguiente Congreso deban ser ratificadas por dos terceras partes de los municipios, cuando en la actualidad se necesita a la mitad más uno de los ayuntamientos.
El conteo
A la sesión extraordinaria de este miércoles asistieron 30 de 33 diputados y se ausentaron Sandra Hernández Barajas, Ramón Antonio Díaz Nieblas, del PAN, y el perredista Juan José Lam Angulo.
Se manifestaron en contra de la reforma Carlos León, de Movimiento Ciudadano (MC), y las panistas Lina Costa Cid y Martha Cecilia Camacho.
A favor de la iniciativa votaron 27 de los 30 legisladores asistentes, entre ellos el único representante de Morena, José Ángel Rochín; la fracción panista comandada por Luis Serrato Castell y sus correligionarios Armando Gutiérrez, Javier Dagnino, Carlos Fu, Carolina Lara, Manuel Villegas, Moisés Gómez Reyna, Lissete López y Angélica Payán.
Y la bancada del PRI, coordinada por el primo de la gobernadora, Epifanio Salido, y sus compañeros José Ramón Ruiz, Lindsay Rosas, David Palafox, Iris Sánchez Chiú, Flor Ayala, José Luis Castillo, Brenda Jaime, Omar Guillén Enrique Evangelista, Rafael Buelna, Jorge Luis Márquez, y Ana María Luisa Valdez.
Así como Javier Villarreal, Karmen Díaz Brown; y sus aliados de Nueva Alianza: Jaime Valenzuela y Teresa María Olivares.
Debido a que esta aprobación no fue bien recibida por los sonorenses, los diputados fueron sacados por la puerta trasera del recinto legislativo, protegidos en todo momento por un dispositivo de seguridad.
El miedo crea leyes
La intención de engrandecer al Ejecutivo sonorense y acotar al poder Legislativo tiene su origen el 18 de julio anterior, cuando la mandataria priista sonorense envió un paquete de reformas al Congreso local basada en el hecho de que, durante las pasadas elecciones, los candidatos a diputados locales de Morena obtuvieron el triunfo en 20 de 21 distritos.
La victoria morenista colocó a esta futura bancada local en el primer lugar de los enemigos políticos de Pavlovich, debido a que el partido de Andrés Manuel López Obrador consiguió la mayoría simple en el pleno legislativo.
También logró la mayoría calificada, ya que con los votos de sus aliados del Partido del Trabajo (PT) y Encuentro Social (PES), así como de los diputados plurinominales asignados por el Instituto Estatal Electoral, Morena reúne a las dos terceras partes del Congreso local, y esta condición faculta a los morenistas a desaforar funcionarios, direccionar el presupuesto y destituir, incluso, a la gobernadora
Ante este escenario político, que la jefa del Ejecutivo habrá de enfrentar los próximos tres años, los colaboradores de Pavlovich en la estructura gubernamental y el Congreso agilizaron esta controversial iniciativa que polarizó a la población sonorense en el último mes.
Desde ayer en la tarde, la sede Legislativa fue rodeada con vallas tres cuadras a la redonda, donde la policía estatal monto un operativo especial y bloqueó los principales accesos al recinto.
El grupo de choque priista abarrotó –desde las primeras horas de hoy– el interior de las instalaciones del Congreso local y se apostó por fuera de la entrada principal, con el objetivo claro de impedir el acceso a la prensa y a los manifestantes de Morena.
Paradójicamente, los integrantes de ese tumultuoso grupo de choque se manifestaron en contra del aborto, a favor de la justicia en el caso ABC y por la instalación de plantas potabilizadoras en río Sonora, temas que no fueron discutidos en el pleno del Congreso local.
La encomienda
Ahora que se aprobó la reforma de Pavlovich, el artículo 163 de la Carta magna estatal ordena que la iniciativa deber ser remitida a los 72 municipios sonorenses, y al menos 37 ayuntamientos tendrían que aprobarla en sus respectivos cabildos.
Pero no sólo eso, en este artículo también se estipula que, a su vez, las dos terceras partes de esos cuerpos colegiados deben autorizar las reformas, lo que se traduciría en realizar la labor de convencimiento con 480 personas que se desempeñan como alcaldes, síndicos y regidores, en un periodo no mayor a 27 días hábiles, teniendo como tiempo perentorio el 15 de septiembre próximo.
Fuente: Reforma/ Proceso