Después de una dura polémica, sobre todo en el movimiento feminista, el Congreso de los Diputados aprobó la ley trans, que permite la libre autodeterminación de género a partir de los 12 años y que desde los 16 no será necesaria ninguna autorización o beneplácito por parte de los padres o tutores.
El Parlamento español también aprobó otro importante reforma, sobre el aborto, en la que se incluyo el reconocimiento de la baja laboral por menstruación, de la que a partir de ahora se hará cargo la seguridad social.
La sede del Congreso vivió una jornada intensa, con debates acalorados en los que afloró la división de criterios en torno a un asunto complejo y que ha ahondado en la división en el seno del movimiento feminista: Unos apoyan a rajatabla la ley trans, sobre todo los colectivos de LGBT+ y mi-litantes del feminismo queer, mientras el llamado “movimiento feminista clásico” mostró sus reticencias ante una normativa que, a su juicio, mutila derechos a las mujeres.
La nueva legislación permite la libre autodeterminación de género, es decir, que una persona pueda cambiar de nombre y sexo de forma oficial sólo con su voluntad, sin necesidad de someterse a ningún tipo de análisis clínico o sicológico. Y será posible a partir de los 12 años, por tramos de edad: a partir de los 16 sin requisitos, entre los 14 y 16 con consentimiento de los representantes legales del adolescente, y entre los 12 y 14 con autorización judicial.
La norma incluye además, y entre otras cuestiones, la prohibición de las “terapias de conversión”, incluso cuando cuenten con el consentimiento de la persona interesada o de sus representantes legales; el acceso a técnicas de reproducción asistida dentro de la cartera de servicios comunes del Sistema Nacional de Salud para las lesbianas, bisexuales y mujeres sin pareja, así como la filiación de los bebés para parejas de lesbianas que no estén casadas (hasta ahora, debían casarse, o una ellas era la madre biológica y la otra era adoptante, igual que sucede en las parejas de hombres homosexuales).
Tanto esta ley como la de la nueva reforma de la ley del aborto se aprobó gracias a los 185 votos a favor del Partido Socialista Obrero Español, Unidas Podemos, Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Partido Nacionalista Vasco, CUP, EH Bildu y Más País, y votaron en contra o se abstuvieron el resto de grupos de Cámara.
Fuente: La Jornada