El semiólogo español Jorge Lozano presenta en México antología de ensayos de varios autores alrededor del tema Wikileaks
Por Armando G. Tejeda
Madrid— El académico español Jorge Lozano, en entrevista con La Jornada, afirmó: Al igual que Baudrillard, habría que hacer una dietética de la información. La comunicación ha llegado a un punto de obscenidad total, pero no por más información hay más saber y más democracia.
El también presidente de la Sociedad Española de Semiótica e investigador publica la antología de reflexiones, investigaciones e intervenciones artísticas, Secretos en red (Sequitur), en la que reflexiona a partir del fenómeno de Wikileaks sobre dos aspectos cruciales de nuestra era: el secreto y la transparencia.
Recopila ensayos de expertos y semiólogos junto a trabajos de jóvenes investigadores que han indagado en el fenómeno de las filtraciones masivas a través de las nuevas tecnologías o la filtración de secretos, como las que protagonizaron Julian Assange, Edward Snowden y Marco Falciani.
Entre los autores incluidos destacan, además de Lozano, Umberto Eco, Alberto Abruzzese, Denis Bertrand, Joshua Meyrowitz, Jacques Fontanille, Paolo Fabbri y Magalí Arriola.
Lozano, catedrático de ciencias de la información y semiólogo, explica que el libro se realizó con el pretexto de Wikileaks.
“A raíz de Wikileaks ha ocurrido una turbulencia en la que se mezclan muchos elementos. Desde la relevancia que adquieren el secreto y la transparencia hasta el auge de los hackers, de los espías y el nerviosismo de los gobiernos ante las revelaciones, que ha obligado incluso a algunos países, como España, a aprobar una nueva ley de transparencia.”
Advierte que una de las conclusiones es que a mayor transparencia en realidad hay más opacidad. Cuanto más se indaga sobre la posibilidad ocurre exactamente como en la pintura, la opacidad es el dispositivo que nos impide ver lo que tenemos delante.
Democracia real vs opacidad
“Con las filtraciones de Wikileaks –prosiguió Lozano– constatamos que los diplomáticos o son hosteleros, porque se la pasan de cena en cena, o son espías que se dedican a redactar informes.
La relevancia de esos informes es relativa y a veces hasta inexistente. O al menos depende a quién le den esa información, que puede ser enormemente secreta para alguien, pero sin la menor relevancia para el grueso de las personas.
Lozano, quien presenta en México Secretos en red (en el Centro Cultural de España, Guatemala 18, Centro Histórico), planteó reducir la información y ampliar la democracia. Y dejemos de creer en esa asunción incorregible que dice que a más información más libertad, más democracia, menos censura y menos secreto. Creo que deberíamos aspirar a más democracia real y menos opacidad.
Aunque, advirtió, es necesario exigir transparencia a los gobiernos, pero no veo lógico privar del secreto en aras de una supuesta transparencia utópica, inviable, inalcanzable y sobre todo necia en sus planteamientos. Creo que estamos en esa disyuntiva: hacer compatible un secreto necesario con una transparencia necesaria, con una información necesaria y con una democracia necesaria.
Fuente: La Jornada