Alain Richioud, 46 años, lionés. Una persona normal, una vida normal. El pasado mayo, en el Campeonato de Francia, fue coronado rey de la apnea estática. Estuvo bajo el agua siete minutos y catorce segundos. Un tiempo que parece increíble.
El actual campeón del mundo, Stephan Mifsud, estuvo bajo el agua once minutos y treinta y cinco segundos.
Hace algunas décadas creíamos que el hombre no podía bajar más allá de 50 metros. Pensábamos que la presión del agua provocaría un aplastamiento de los pulmones. Pero no es así, gracias al fenómeno denominado “blood shift”, o transportación de la sangre.
“La medicina ha cambiado su actitud respecto a la apnea y reconoce que el hombre puede adaptarse a ciertas situaciones. Hoy, la investigación médica fija en unos 300 metros la profundidad a la que el hombre puede llegar”, señala Umberto Pelizzari, antiguo campeón del mundo, que ha escrito una página en la historia de la apnea con sus récords del mundo.
Fuente: euronews