Participar anulando el voto, la única opción de los chihuahuenses ante el retroceso democrático y el desastre económico y social
Por Víctor M. Quintana S.*
A la mitad del sexenio de César Duarte Jáquez, con motivo del proceso electoral para elegir las y los integrantes del Poder Legislativo y los cabildos, la sociedad chihuahuense se enfrenta a un grave retroceso de la vida democrática que atribuible, tanto al grupo gobernante como a las cúpulas partidarias, han llevado a una crisis de credibilidad en el sistema de partidos jamás vivida en la historia de Chihuahua. Los avances y conquistas democráticas arrancadas a contrapelo del Estado, por las fuerzas democráticas, han sufrido un retroceso comparable al de los años más obscuros del priismo. Así lo comprueban incluso investigaciones serias que colocan a nuestro estado en el antepenúltimo lugar nacional en cuanto a desarrollo democrático.
En las elecciones del 7 de julio los ciudadanos sólo podrán optar entre dos polos, el dirigido por el PRI, que acudió a distintos mecanismos para hacerse del apoyo de prácticamente todos los partidos, y el polo que representa el PAN, que en doce años en la presidencia de la república defraudó las esperanzas del pueblo de México y lo precipitó en una guerra que ha causado ya más de cien mil muertos.
El Gobierno de César Duarte es un gobierno autoritario que actúa con despotismo, que no rinde cuentas, señalado por graves hechos de corrupción En Chihuahua, no existe la división de poderes, base de todo régimen democrático, los poderes legislativo y judicial, son controlados absolutamente por el titular del poder ejecutivo.
La vía democrática para elegir a los gobernantes y representantes populares ha sido cancelada por dos hechos; por el proceso de degradación de la llamada clase política local al ser cooptadas la mayor parte de sus dirigencias por el grupo gobernante y, por la utilización -que unos y otros pactaron- de todos los resquicios del marco legal electoral, para transferir votos a unos y otros partidos, antes de que sean emitidos, y prolongar tres años más una legislatura sumisa y a modo del Ejecutivo.
A pesar de todas estas artimañas se revelan dos grandes verdades: por un lado, la operación directa del gobernador para “llevarse el carro completo” y colocarse en la carrera presidencial para 2018. Por otro lado, los intereses de la burocracia dominante de los partidos PVEM, PANAL, PRD y PT para conservar prerrogativas y puestos, para las familias y dinastías que operan en ellos. No hay ninguna plataforma, que contenga compromisos sólidos, evaluables, para operar un mínimo de las transformaciones que Chihuahua necesita en todos los órdenes.
Si estas coaliciones amañadas logran la mayoría de los puestos en disputa, van a llevar a Chihuahua a una regresión de la democracia, pues los contrapesos políticos partidarios, o no existirán, o serán mínimos. Si el PAN logra algunos puestos, ya sabemos que será una oposición muy relativa, intermitente y débil.
Los contrapesos se requieren con urgencia, ante hechos como los graves problemas en las finanzas estatales a causa de un sobre ejercicio del presupuesto aprobado, que han conducido a un enorme endeudamiento del gobierno estatal, estimado por la Secretaría de Hacienda del gobierno federal en más de 25 mil millones de pesos, con el agravante de que el gobierno de Chihuahua ha recurrido al endeudamiento de corto plazo contratado a las más altas tasas de interés del mercado. En menos de seis meses el gobierno estatal ha pagado más del doble en intereses de la deuda que lo asignado por el Congreso para todo el año.
Contrariamente a lo que se pregona, los indicadores económicos y sociales, en todos los aspectos, empeoran en el actual gobierno; ni el empleo remonta, ni las nuevas inversiones extranjeras han recuperado los ritmos de principios de la década anterior, ni los salarios mejoran, pues tan sólo en medio año la canasta básica se incrementó en un 25% .
En materia de derechos humanos, el retroceso es evidente, la impartición de la justicia se hace también a capricho del gobernador, la impunidad de tanto crimen pone en entredicho el Estado de Derecho. Los feminicidios, las desaparciones forzadas, el asesinato de luchadores sociales, la amenaza, descalificación y pretensión de criminalizar la protesta social, todo desnuda a un gobierno autoritario que al volver la espalda a los delitos contra la sociedad colabora a que la sigan vejando.
Los medios de comunicación, salvo honrosas excepciones, son controlados desde la oficina del gobernador, que se empeña en hacernos creer que vivimos, como Alicia, en el País de las Maravillas, o en una fiesta palenquera sin fin.
Con la venia del gobierno federal y la complacencia del estatal, las compañías mineras extranjeras, se han adueñado de la riqueza del subsuelo chihuahuense llevándose miles de millones de pesos producto de la extracción del oro, plata y otros minerales, en cambio, nos dejan, míseros salarios para los trabajadores, contaminación de los mantos acuíferos y una devastación criminal del medio ambiente. Contraviniendo la veda decretada por el Gobierno Federal se autoriza la perforación de pozos a grupos de poder económico a cambio de votos por el PRI-gobierno.
Los fracasos de la política económica y social han tornado incontenible ola delictiva sufrida por los chihuahuenses. Si bien, las ejecuciones disminuyeron apreciablemente en comparación a los años que van de 2008 a 2012, pero de ninguna manera a los niveles de 2007, que ya eran escandalosos. Sin embargo, los delitos de robo a casa habitación, a negocios y el de autos se mantienen, como evidencia de que la disminución homicida obedeció primordialmente a la dinámica de los enfrentamientos entre los cárteles y no, como se ha querido adjudicar el gobierno de Chihuahua, a la eficiencia del aparato de seguridad pública y/o procuración de justicia, pues los delitos que tercamente se mantienen en niveles altos obedecen más a los rezagos sociales y económicos que al narcotráfico.
Llama la atención como a pesar de lo corto de las campañas, los partidos se van a distribuir este año, entre gasto ordinario y gasto para campañas, 142 millones de pesos, en un momento de sequía, donde se avizoran hambrunas de nuevo.
Ante la complicidad de los partidos satélites del PRI y la debilidad y división de la oposición de derecha, el Movimiento de Regeneración Nacional, ha decidido no participar en el actual proceso electoral por ello y todas las razones ya expuestas.
Sin embargo, no por eso promueve el abstencionismo. Ante la falta de opciones electorales, la ciudadanía debe acudir a las urnas y mostrar su rechazo activo al gobierno y a sus partidos cómplices anulando su voto inscribiendo en la boleta la frase que mejor exprese su protesta.
Morena ha escogido el camino de construir pacientemente una alternativa democrática, popular, ética, austera, digna del pueblo de México. Hace un llamado a los chihuahuenses a afiliarse, a adoptar sus postulados y contribuir a que Morena alcance su propio registro electoral y hacer que la ciudadanía cuente con una verdadera opción de gobierno. Por ello recomienda también que se acuda a las urnas y se anule el voto con la leyenda:
MORENA VA, LA ESPERANZA DE MEXICO.
* Víctor M. Quintana S. Dirigente estatal de Morena en Chihuahua.