La manifestación llamada “Gran Acto Papa, vea cómo somos tratados” es convocado a través de las redes sociales.
El grupo de hackers activistas Anonymous de Río de Janeiro convocó a dos manifestaciones, el lunes y el viernes próximo, que coincidirán con la estancia del papa Francisco en la capital fluminense, entre los días 22 y 29 de julio, y con la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).
El llamado “Gran Acto Papa, vea cómo somos tratados” es realizado a través de las redes sociales y, según sus organizadores, no es contra el pontífice ni contra la iglesia católica.
La primera manifestación está convocada para el lunes frente al Palacio Guanabara, sede de la gobernación carioca, poco después de que Francisco sea recibido por la presidenta de la República, Dilma Rousseff, el gobernador de Río, Sergio Cabral y el alcalde de la ciudad, Eduardo Paes.
El segundo acto está previsto para el próximo viernes en la playa de Copacabana, a las 17:00 horas, hora local, coincidiendo con el comienzo del Vía Crucis, del que Francisco participará junto a los fieles, en uno de los eventos más esperados de la visita papal, que atraerá a entre 1,5 y dos millones de católicos.
“No se trata de una protesta contra el papa ni la iglesia católica. La idea es aprovechar la presencia del papa, de sus turistas y la prensa global durante la celebración en Copacabana”, afirman los activistas, contrarios a que se gaste dinero público en el evento.
El grupo también protesta contra el gobernador Cabral, denunciado recientemente por usar helicópteros oficiales para compromisos personales, y contra los abusos policiales perpetrados durante la ola de manifestaciones populares realizadas de junio pasado, durante la Copa Confederaciones.
Las movilizaciones convocadas por los llamados “grupos de presión”, como es el caso de “Anonymous”, caracterizados por no tener líderes o interlocutores identificables, son consideradas por los servicios de inteligencia brasileños como la más fuerte amenaza a la visita de Francisco.
Esta “amenaza”, a su vez, es potencializada porque el pontífice, por su parte, desdeña normas rígidas de seguridad y tiende a tener comportamientos “arriesgados”, como acercarse cara a cara con los fieles o dispensar vehículos blindados.
Según informó la Secretaría Extraordinaria de Seguridad para Grandes Eventos, que depende del Ministerio de Justicia, el evento en Copacabana no tendrá barreras de aislamiento que impidan la llegada de los fieles, pero aclaró que no se permitirán protestas que dificulten la realización de las actividades religiosas.
Para garantizar la seguridad en el evento, habrá agentes de la Policía Federal infiltrados entre la multitud.
Fuente: DPA