El presidente Andrés Manuel López Obrador giró una instrucción a la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), para que revise el caso de la disolución de la cooperativa de Excélsior y su adquisición por la familia Vázquez Raña durante el sexenio de Vicente Fox.
El planteamiento, formulado durante la conferencia de prensa matutina, se orientó al reclamo de 127 excoperativistas que demandan el incumplimiento en el pago de 300 millones de pesos por la operación que, en 2006, dejó en manos del Grupo Empresarial Ángeles, controlador de Grupo Imagen, los bienes del diario fundado en 1917.
En respuesta, el presidente López Obrador dijo que no había escuchado del asunto aunque conocía el antecedente, por lo que pidió a la secretaría del Trabajo, Luisa María Alcalde que revise el caso.
“Es la historia de Excélsior. Yo creo ya se ha escrito bastante sobre Excélsior, (Vicente) Leñero escribió”
–También Julio Scherer –planteó el comunicador que abordó el asunto.
–También don Julio, pero el de Leñero ¿no se llamó Prensa Vendida su libro? –repuso el mandatario.
Su versión de la historia y el golpe
Luego sostuvo que el diario venia desde el porfiriato, que inclusive ahí escribieron los hermanos Flores Magón.
“Ha habido muchos Excélsior. Su mejor época, desde luego, fue cuando don Julio Scherer fue director y hubo un asalto desde el gobierno, se afectó al periódico por cambiar la línea editorial con el expresidente Echeverría, lo tomaron. De esas maniobras que se acostumbraba hacer, supuestamente cooperativistas y dueños de unos terrenos, el caso es que sacaron a don Julio y a todos los escritores”.
Luego, mencionó la fotografía de la salida de Excélsior, donde caminan por la acera Julio Scherer, Miguel Ángel Granados Chapa y Abel Quezada para añadir:
“Luego se mantiene el periódico ya con una línea distinta, ya totalmente oficialista, y luego fracasa y el gobierno lo recupera y luego lo vende. Esto durante el sexenio del presidente Fox. Se vendió. Y no sé cómo fue la operación que se hizo en ese entonces y si se les pagó o no se les pagó a los cooperativistas, pero hay que verlo, y si podemos nosotros ayudar, lo vamos a hacer”.
En efecto, la adquisición de Excélsior por parte de Olegario Vázquez Raña ocurrió en 2006, en medio de operaciones y condiciones que dejaron la duda sobre la muerte de el último director–quien sustituyó al inefable Regino Díaz Redondo en 2001—del diario que fue cooperativa, José Manuel Nava Sánchez en noviembre de 2006. Antes, en 2004, habían sido asesinados Carlos A. Medina, en 2004, y Julio Fernando Reyes Hinojosa.
El asesinato ocurrió una semana después de publicar el libro “Asalto final”, en el que denunciaba corrupción, empresarios prestanombres y traición de cooperativistas, aludiendo las condiciones sospechosas de los asesinatos de sus compañeros.
Esta es la primera vez que el presidente López Obrador se refiere al caso, aunque al rememorar los antecedentes, erró al mencionar que venía del porfirismo, pues fue fundado por Rafael Alducín en 1917, esto es en el período de Venustiano Carranza y con el Constituyente consumado.
En tanto, el libro que retrata “El golpe a Excélsior” propinado por Echeverría fue “Los periodistas” de Vicente Leñero, mientras que “Prensa Vendida”, es el libro en el que el exdirector de Proceso, Rafael Rodríguez Castañeda, recuperó la relación prensa-poder, señaladamente en cuanto a los dueños de los medios, durante el régimen hegemónico, de Miguel Alemán a Carlos Salinas de Gortari.
Fuente: Apro