Al advertir que “nadie debe sacar raja política” por la tragedia del Metro, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que la austeridad republicana no fue la causa del desplome ocurrido el lunes en la línea 12.
A pregunta expresa durante su conferencia de prensa matutina, señaló que si fuera necesario el gobierno federal apoyaría con recursos para el mantenimiento del Metro, pero subrayó que ese sistema tiene “presupuesto suficiente” autorizado por el Congreso local, por lo que consideró “como un acto de mala fe” atribuir el accidente a la austeridad promovida en su gobierno.
“¿Qué tiene que ver eso con la austeridad? Pero son muy perversos y estos conservadores también son muy hipócritas, porque estoy seguro que hasta van a misa los domingos, se confiesan y comulgan para dejar el marcador en cero.”
Criticó a la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) y a los políticos que acudieron al sitio de la tragedia “para sacar raja política”.
También pidió al sindicato del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro denunciar las anomalías en las instancias correspondientes, pero no detener operaciones porque “no se ayuda en nada con esas actitudes, esto tiene más que ver con lo electoral, con la politiquería, como estamos en tiempo de campaña. Ayer fueron del partido conservador al sitio y hasta la misma gente los rechazó”.
Aseguró que habrá justicia y se castigará a los culpables; para eso, un equipo de expertos realizará el peritaje con el fin de determinar las causas de esta desgracia, “qué fue lo que falló y quiénes son los responsables”.
Reiteró el apoyo de su administración a la jefa de Gobierno de la capital, Claudia Sheinbaum. “Va a haber justicia, no va a ser como antes, que todo lo ocultaban y había relaciones de complicidad, componendas e impunidad”.
Una vez más, el presidente López Obrador criticó a diversos medios de comunicación por actuar ante este tipo de casos con amarillismo, falta de ética y oportunismo inmoral. “Entonces, ojalá que no se manipule, aunque es muy difícil, porque son tiempos de zopilotes”.
Fuente: La Jornada