Por segunda ocasión en menos de una semana, el secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño Mayer, arremetió en contra de Andrés Manuel López Obrador y, esta vez ante empresarios, señaló el peligro que representaría el tabasqueño para la reforma educativa en caso de llegar a Los Pinos.
Evitando mencionar el nombre del presidente nacional de Morena, Nuño lanzó: “Creo que para nadie es misterio que hay un, no sé cómo decirlo, si candidato o precandidato a la Presidencia, que abiertamente ha dicho que si él gana no solamente dejaría de trabajar en la reforma, sino que la echaría abajo”, advirtió el funcionario ante socios de la American Chamber México, durante su 99 asamblea anual, inquietos porque el próximo presidente de México no diera garantías a las “buenas las ideas las del sexenio” en curso.
Al respecto, continuó la alarma del “presidenciable” secretario Nuño: “No porque está en la ley todo está garantizado. (La educativa) es una reforma que requiere de un trabajo del día a día, que requiere de un gran esfuerzo y de un gran compromiso político, desde el presidente de la República.
“Cualquier momento o día que se afloje la marcha de una reforma tan compleja, incluyendo toda una estructura de poder, está en riesgo de que la reforma no pueda continuar.
“Entonces, yo creo que sí, vamos muy bien y seguiremos acelerando el paso, pero (la reforma educativa) no es algo que quede ya fijo para los siguientes años. Creo que es una de las luchas que tiene que dar en el país”, fueron las palabras de quien hasta hace unos meses fuera el jefe de la oficina de Enrique Peña Nieto.
Y precisamente sobre los planes de su jefe, Nuño explicó a los hombres de negocios entre México y Estados Unidos que una de las metas bilaterales pactadas con el presidente Obama tiene como estrategia central la transformación educativa, para llevar al país a potenciar una economía basada en la maquila.
“Uno de los componentes fundamentales, pensando precisamente en la productividad de la región, y particularmente en el caso de que México tenemos claramente la meta y la aspiración de pasar a ser una economía maquiladora, cada vez de mayor alto nivel, para hacer una economía del conocimiento, y en donde la educación, forma parte central de la estrategia del presidente, como la prioridad, porque es ahí donde está el cambio y la transformación que requiere el país”, explicó Nuño.
Antes, habló de un “principio común que platicaron tanto el presidente Enrique Peña, como el presidente Obama, de tener la meta de volver a América del Norte, la región más productiva y más próspera del mundo, teniendo una condición geopolítica extraordinaria comparada con otras regiones del mundo, en donde nuestra región no vive grandes problemas”, dijo y entre matices corrigió:
“Hay obviamente problemas internos y amenazas de seguridad, pero no estamos en un lugar geopolíticamente conflictivo o complicado, en donde haya problemas cercanos que tengan que ver con guerras o con diversos tipos que se encuentran en otras latitudes, teniendo ya un Tratado de Libre Comercio”.
La educativa como una reforma “global”, concluyó Nuño ante los empresarios, para el gobierno federal representa una herramienta con la cual “enfrentar lo que unos llaman una cuarta revolución industrial y poder ser un país mucho más competitivo”.
Fuente: Proceso
