En el marco del inicio de los trabajos de la refinería de Dos Bocas, ante buena parte de su gabinete, el presidente Andrés Manuel López Obrador retomó el tema de la relación bilateral con Estados Unidos e improvisó para lanzar, dijo, un memorándum al pueblo de Estados Unidos: “Juremos que nada ni nadie separe nuestra bonita y sagrada amistad”.
Como colofón de su trabajo, en medio de su discurso, recibió algunas tarjetas que lo pusieron al tanto del nuevo mensaje del presidente Donald Trump en el que demandaba acción, no diálogo.
López Obrador dijo que desde aquí “mi tierra, mi agua” lanzaba un mensaje:
“El gobierno México es amigo del gobierno se Estados Unidos; el presidente de México quiere segur siendo amigo del presidente Donald Trump, pero sobre todo los mexicanos somos amigos del pueblo estadounidense, a ellos me dirijo desde Paraíso, Tabasco. Juremos que nada ni nadie separe nuestra bonita amistad “. Eran apenas las 13:45 horas.
El gobierno de México es amigo del gobierno de EUA. El presidente de México quiere seguir siendo amigo del presidente Trump.
Los mexicanos somos amigos del pueblo estadounidense. A ellos les digo desde Paraíso: Juremos que nada ni nadie separe nuestra bonita y sagrada amistad.— Andrés Manuel (@lopezobrador_) June 2, 2019
Habían pasado unos minutos desde que Trump había lanzado un nuevo mensaje hostil en su cuenta de Twitter: “México está enviando una gran delegación para hablar sobre la frontera. El problema es que han estado ‘hablando’ durante 25 años. Queremos acción, no hablar. Podrían resolver la crisis fronteriza en un día si lo desean. De lo contrario, nuestras empresas y empleos están regresando a los Estados Unidos”.
Mexico is sending a big delegation to talk about the Border. Problem is, they’ve been “talking” for 25 years. We want action, not talk. They could solve the Border Crisis in one day if they so desired. Otherwise, our companies and jobs are coming back to the USA!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) June 2, 2019
En este contexto, el próximo miércoles 5 de junio funcionarios mexicanos y estadounidenses se reunirán en Washington, DC, para encontrar una solución al conflicto.