La organización Artículo 19 denunció que el periodista José Luis Montenegro fue amenazado después de informar sobre el departamento de lujo de Angélica Rivera, localizado en Miami, Florida.
Señaló que el corresponsal del diario The Guardian en México comentó que el pasado viernes 12 fue mencionado en Twitter por el usuario @jovenplacebo, quien escribió:
“Joven @jl_montenegroj el jefe ha solicitado MESURA en sus textos, esto de antemano para que nadie salga lastimado”.
El tuit incluía una imagen de dos balas y posteriormente la cuenta fue borrada.
Según Artículo 19, Montenegro recibió otra amenaza el lunes 15, esta vez por parte del usuario @manuelpmane, quien le envió una imagen de una persona con pasamontañas y una pistola en la mano, junto con el mensaje: “@jl_montenegroj pinche pseudoperiodista. Estamos sobre ti, la patrona ya dio la orden”.
En un comunicado, la organización destacó que los actos desplegados contra Montenegro “se enmarcan en la respuesta especialmente virulenta contra las y los periodistas que revelan posibles actos de corrupción por parte de las autoridades de más alto nivel en México”.
El pasado martes 9, The Guardian publicó una investigación periodística de Montenegro, en la que expone un posible conflicto de interés que involucra a la primera dama y al empresario Ricardo Pierdant.
De acuerdo con el reportaje, en 2014 la empresa Biscayne Ocean Holdings LLC, propiedad de Pierdant, pagó 29 mil 703 dólares por concepto del impuesto predial de un departamento ubicado en el exclusivo sector Key Bizcaine, en Florida, propiedad de Angélica Rivera, esposa del presidente Enrique Peña Nieto.
Tras la publicación, el vocero de la Presidencia, Eduardo Sánchez, respondió en un comunicado que el texto “faltó a la verdad” y “es una especulación a todas luces dolosa“.
Sánchez descartó que el departamento en Miami sea el “hogar” de Rivera y destacó que la esposa del presidente Enrique Peña Nieto había hecho público en 2005 que posee una propiedad en el mismo edificio que detalla The Guardian, pero es una propiedad distinta.
Fuente: Apro