Un grupo de estudiantes de la Normal ‘Raúl Isidro Burgos’ de Guerrero declararon este viernes en Cancún que son el inicio de una revolución y que contemplan alzarse en armas
Inconformes con la respuesta de las autoridades mexicanas para esclarecer y castigar a los responsables intelectuales y materiales de la desaparición forzada de 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa, en Iguala, Guerrero, alumnos de dicha escuela rural declararon hoy en Cancún que contemplan alzarse en armas, “porque ya vimos que en México no se puede luchar pacíficamente”.
“Vemos que esto podría ser el inicio de una revolución. Puede ser pacífica, como hasta ahora, pero puede ser con las armas, porque ya nos dimos cuenta que pacíficamente, aquí en México, no se puede luchar. El gobierno no hace caso”, dijo José Adolfo de la Cruz, uno de los jóvenes, quien junto con otros dos estudiantes, están de visita en Cancún.
Agregó que su presencia aquí busca informar la verdad de lo que ocurrió en septiembre pasado en Iguala, para contrarrestar la versión oficial.
Su objetivo es unir fuerzas con otros movimientos sociales y encontrar respaldo entre amas de casa, trabajadores, activistas, estudiantes y ciudadanía en general, para que la desaparición de sus compañeros no quede impune, ni forme parte del anecdotario de tragedias irresueltas en México.
José Adolfo de la Cruz, de 19 años; Juan José Vázquez Miranda y Víctor González Bello, de 20, insisten en que sus compañeros están vivos y que el gobierno federal los mantiene presuntamente ocultos, ya sea en campos militares o dentro de los dos batallones que existen en Guerrero.
También sospechan que los tienen escondidos en una mina cerca de Iguala, cuya explotación de minerales está concesionada a una empresa de Canadá, que ubicaron con el nombre de “Carrizalillo”.
La Policía Comunitaria es la que se encuentra buscándolos ahí, pero al no estar reconocidas sus facultades, los empleados de la mina les impiden el acceso, explicaron Juan José y Víctor.
“Nuestros compañeros están vivos, no es una necedad reclamar que los presenten, porque vivos están. Los tienen ocultos, porque si los presentan, si los liberan, van a hablar; van a denunciar todo lo que seguramente les han hecho y lo que han visto. Eso no le conviene al gobierno”, expresó José Adolfo, uno de los jóvenes considerados sobrevivientes de la acometida en Iguala, donde fueron asesinados algunos normalistas.
Juan José se pregunta ¿por qué 43?, si de acuerdo con las declaraciones del procurador general de la República, Jesús Murillo Karam -el domingo pasado- se logró acreditar que entre los restos óseos hallados en el basurero del municipio de Cocula, Guerrero, están los de Alexander Mora, uno de los normalistas desaparecidos el 26 de septiembre pasado.
Y él mismo se responde, frente a los periodistas que acudieron a la rueda de prensa convocada por la Coordinadora Nacional de Padres, Madres y Tutores en Defensa de la Nación, que se realizó hoy en las oficinas del Sindicato de Maestros y en donde mañana participarán en un foro abierto a la ciudadanía.
“Para nosotros Alexander está vivo. Que se dejen ya de teatros”, subrayó Juan José, quien sostiene que Alexander Mora Venancio sigue con vida, pues sus padres y los de los otros 42 desconfían de los datos e informes del procurador y del Presidente de la República.
“Se llenan la boca diciendo que los militares, que los federales y hasta la Marina… pero no los están buscando. No están haciendo nada. Los militares están encuartelados”, añadió.
Del Decálogo anunciado por el mandatario federal, hace un par de semanas, los tres jóvenes lo calificaron como “una burla”.
“Es la misma perra, pero revolcada”, declaró Víctor, quien cita un dicho popular “vemos que esto puede ser el inicio de una revolución. Dicen que en México la historia no se escribe con lápiz, sino con rifles. Nosotros decimos que con calma, pero podríamos tomar las armas”, añade.
“El pueblo se debe levantar y alzar la voz. No somos 43, somos 100 mil desaparecidos y muertos en México”, respaldó otro de los jóvenes.
También criticaron las declaraciones recientes del vocero de la presidencia, Aurelio Nuño y del secretario de Marina (Semar), Vidal Francisco Soberón, quienes por separado han dicho que el gobierno no cederá ante “actos teatrales con gran impacto”, ni “aunque la plaza pública pida sangre y espectáculo” o que los padres de familia de los 43 están siendo manipulados por otros intereses para desestabilizar al país.
José Adolfo va más allá y condena el llamado presidencial. “Peña fue a decirnos ‘ya supérenlo’, pero… son 43 vidas”, remarca, para luego reiterar la petición de que se castigue no sólo al ex alcalde de Iguala, José Luis Abarca, sino a todos los “Abarcas” que existen en México; a la esposa del ex funcionario, María de los Ángeles Pineda; y al ex gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre, presuntamente coludidos con el crimen organizado.
“Que no les pueden sacar la verdad, dice la PGR. Y ¿cómo a nosotros, como cuando detienen a los jodidos y quieren sacarnos la verdad, sí pueden? Y de qué forma…!”, ironizó Juan José.
“Exigimos una justicia que abarque a todos los Abarca (…) Somos sobrevivientes y testigos de los hechos registrados en Iguala (…) venimos aquí para que la gente despierte”, coincidieron, y convocaron a la marcha que se realizará en Cancún, el próximo domingo, partiendo de Malecón Tajamar.
Fuente: El Universal