Por: Adela Navarro Bello
“Ciudadanos de los Estados Unidos han sido blanco de crímenes violentos como el secuestro, el robo de vehículo y el asalto, por parte de grupos del crimen organizado en varios estados de México. Para información sobre las condiciones de seguridad en específicas regiones de México, la cual puede variar, los viajeros deben considerar las condiciones específicas de cada región de México, como se explica a continuación. Esta Alerta de Viaje reemplaza a la Alerta de Viajes para México que fue lanzada el 9 de enero de 2014, para actualizar la información sobre la situación de seguridad y advertir al público sobre restricciones adicionales para sus viajes de parte de personal del gobierno de los Estados Unidos”.
Así inicia la alerta de viaje que el gobierno de la Unión Americana hace a sus ciudadanos que tengan intención de viajar a nuestro país. En la alerta, disponible de hecho en la página de recomendaciones a viajeros del Departamento de Estado, hay más especificaciones sobre las recomendaciones para no ser víctimas de la inseguridad en ciertas regiones, estados, ciudades y zonas de la República Mexicana.
La alerta fue publicada en línea el 15 de agosto de 2014, al mismo tiempo, grupos independientes de ciudadanos que observan, analizan o realizan recuentos sobre la inseguridad en la República Mexicana, hacían públicos sus informes que, mayormente, no están en concordancia con las cifras alegres del Gobierno Federal que actualmente encabeza Enrique Peña Nieto, y desde donde tanto él como su secretario de gobernación y su procurador general de la República, insisten en la disminución de los delitos producto del crimen organizado, el narcotráfico y la violencia que generan.
En ese contexto, el Semanario ZETA de Tijuana, Baja California, publicó en su reciente edición el conteo de ejecutados, producto de la violencia cruenta en el país, los números no son ni acordes ni halagadores a la política en materia de seguridad de Peña Nieto. De hecho y así fueron comparados, son peores a los registrados también en los primeros 20 meses de gobierno pero de Felipe Calderón Hinojosa.
Llegar a la cuenta de muertos registrados en México como resultado de narcoguerras, vendettas, ajustes de cuentas, tráfico de drogas y tráfico de personas entre otros delitos de orden federal no es fácil. Cada vez más y particularmente a la llegada de la actual administración federal priísta, la información ha sido controlada y es cada vez menos pública cuanto más manipulada. En total, en 20 meses, los primeros del sexenio de Enrique Peña Nieto (Del 1 de diciembre de 2012 al 31 de julio de 2014), ZETA reportó 36 mil 718 homicidios dolosos cometidos en el país.
Llegar a esa cifra supuso un trabajo de investigación y recopilación del número de homicidios dolosos tanto en el secretariado nacional, procuradurías de justicia de los Estados y el INEGI, por cierto esta última y en el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa y con el mismo titular que en la presente administración, fue de las descentralizadas más puntuales en el conteo tanto de homicidios dolosos como culposos, pero hoy en la administración de Enrique Peña Nieto el INEGI reporta incluso menos muertos que las Fiscalías Estatales.
36 mil 718 muertos producto de la violencia en 20 meses son demasiados como para utilizar la retórica de la disminución de la inseguridad por parte del Gobierno Federal. Son muchos como para ser tan distantes a los contados en las cifras oficiales. Son muchos como para ser ignorados. Ciertamente pocos fuera del gobierno federal y paleros que le acompañan, creen en los discursos y las cifras alegres del gobierno de Peña en materia de inseguridad. En la misma edición de ZETA, la periodista Rosario Mosso Castro entrevistó a los titulares de las organizaciones ciudadanas, Observatorio Nacional Ciudadano, Consejo Ciudadano de Seguridad Pública y Semáforo Delictivo, los tres coincidieron: “No tenemos información de calidad y confiable”, “El gobierno federal está pretendiendo engañarnos, simulando, alterando cifras de incidencia delictiva…”, “La gente está desilusionada, y no nada más de Peña Nieto”.
No son pues solo algunos periodistas quienes registran y son testigos a partir de sus lectores, informantes y reporteros, de las balas que día y noche y en cualquier región de México se escuchan, se ven y matan, sino también organizaciones ciudadanas lo están observando. Y bueno, y a lo mejor más importante para Enrique Peña Nieto y los suyos, que la palabra de los mexicanos: lo dice a sus ciudadanos el Gobierno de los Estados Unidos.
En la alerta del 15 de agosto, anotaron:
“Batallas a balazos entre organizaciones criminales rivales o con las autoridades mexicanas tienen lugar en pueblos y ciudades en muchas partes de México. Batallas a balazos han ocurrido a plena luz del día en calles y otros lugares públicos como restaurantes y clubes. Durante algunos de estos incidentes ciudadanos de los Estados Unidos han quedado atrapados y temporalmente impedidos para abandonar el área. Organizaciones criminales han utilizado carros, autobuses y camiones robados para crear bloqueos y evitar el paso, impidiendo a los militares y a la policía responder a las actividades criminales. La ubicación y el momento de futuras situaciones con armas son impredecibles”.
Explican los funcionarios norteamericanos a sus ciudadanos el incremento en los hechos delictivos en suelo mexicano, situación que los funcionarios mexicanos ocultan o disfrazan ante sus ciudadanos. Por ejemplo, refieren que en 2012 hubo 71 ciudadanos de los Estados Unidos muertos en México, mientras que esa cifra en 2013, ascendió a 81. Recomiendan tener cuidado y también les informan que en 2013 hubo un incremento a nivel nacional en los secuestros, de un 20 por ciento sobre el año anterior, y lo dicen (textual): “Mientras los secuestros pueden ocurrir en cualquier lugar, de acuerdo con la SEGOB, durante este periodo, los estados con mayor número de secuestros fueron Tamaulipas, Guerrero, Michoacán, Estado de México y Morelos”.
A la par actualizan los estadounidenses su información:
“Cerca de 70 secuestros de ciudadanos norteamericanos fueron reportados a la Embajada de los Estados Unidos y los Consulados en México, entre enero y junio de 2014”. Entonces, mientras el Gobierno de Enrique Peña Nieto habla de disminución en delitos, en secuestros y en homicidios producto del crimen organizado en México, la realidad es otra. Un aumento de la cruenta violencia. Incremento tan grave como peligroso que también reportan periódicos, revistas, portales, organizaciones ciudadanas y, el Gobierno de los Estados Unidos. Todos, a una semana que el Ejecutivo Nacional presente su II Informe de Gobierno ¿Qué nos irá a informar al respecto?
Fuente: Sin Embargo