Para Antonio Luigi Mazzitelli, jefe de la oficina contra la droga y el delito de la ONU para Centroamérica, México y el Caribe, el crimen organizado en México ha mutado hacia una explotación mafiosa del territorio, según una entrevista publicada este martes en el periódico español El País.
Mazzitell dijo al cotidiano ibérico que estos grupos, que combinan la extorsión, el secuestro y otros delitos, se han convertido en un contrapoder, lo que ha provocado el surgimiento de civiles armados en zonas rurales que se atribuyen legitimidad para imponer su orden.
“El fenómeno de las autodefensas es una señal bastante clara”, dijo Mazzitelli, quien advierió sobre la necesidad de una mayor presencia institucional en varios territorios”.
“El cambio se verifica cuando entran dentro del mundo criminal grupos que no tienen especialización en el tráfico de droga, sino que vienen de mandos militares cuya característica es la capacidad de manejar la violencia para controlar el territorio”, explicó el funcionario en referencia a grupos como Los Zetas, La Familia Michoacana y Los Caballeros Templarios.
“Nacen para proteger las rutas de los cárteles, pero gradualmente evolucionan, controlan un territorio y empiezan a autofinanciarse con las rentas obtenidas en la zona que controlan”.
El jefe de la oficina regional de la ONU explica que no cuentan con personal en Tamaulipas, pues la situación en el Estado es muy peligrosa.
Añadió que la lucha entre los mismos cárteles ha afectado el trasiego de droga por el territorio mexicano.
“Hay indicios de que la ruta mexicana hoy en día no es importante”, dice el funcionario. “Hay otras que quizás son más rentables y menos arriesgadas”.
“Si yo me pongo en los zapatos de un narcotraficante, que conoce la atomización del territorio, antes de recorrer por México miles de kilómetros por carretera pasando por zonas que no controlo, lo pensaría varias veces. El narco es un negocio racional. El objetivo es minimizar riesgos”.
El representante de la ONU indica que el recorrido de la cocaína se ha trasladado en buena medida al Caribe.
Mazzitelli considera que los planes sobre seguridad del nuevo Gobierno mexicano podrían adecuarse más que los del anterior, de Felipe Calderón.
“Quieren pasar de un enfoque represivo a otro preventivo. Calderón operó en un momento en el que la violencia ya se había desbordado. No había posibilidad de hablar de prevención con los focos de la violencia ya encendidos. Ha sido un proceso en el que la violencia ha generado más violencia”.
El funcionario indicó que es importante que el Gobierno de Peña Nieto revele las responsabilidades operativas de su plan de seguridad.
Fuente: El País y Reforma