Lorenzo Córdova, consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), expresó su preocupación de que eventuales cambios al modelo electoral “sean utilizados por alguien para ir construyendo una narrativa de victimización, y una narrativa antidemocrática”.
Reunido con la cúpula de la Cámara Nacional de Radio y Televisión (CIRT), señaló que no teme a una reforma electoral, sino que se haga un cambio radical de las reglas cuando están tan próximas las elecciones presidenciales de 2018.
Pidió crítica objetiva, porque cuando “hay una que no tiene otro propósito que el de debilitar a las instituciones. Y si llegamos con instituciones, el INE, pero no sólo, débiles de cara a 2018, vamos a abrir la puerta para que los peores instintos, las peores compulsiones antidemocráticas se recreen”.
Después de que el INE se confrontó en varias ocasiones con los concesionarios por disponer de espacios en radio y televisión para difundir la elección de la Constituyente de la Ciudad de México, envió un mensaje conciliador: “Lo digo con todas las letras, la autoridad electoral no pretende ni ha pretendido, nunca está en su ánimo desenterrar los Tomahawks y pintarse la cara con pintura de guerra, al contrario”.
En Xochitepec, Morelos, donde acudió a la Convención del Consejo Consultivo de la CIRT, indicó: “yo no soy el INE, yo creo en la pertinencia del modelo de comunicación política que tenemos, yo, eh, aunque creo que es absolutamente perfectible”.
Advirtió, según la versión estenográfica de su discurso difundida por el instituto, que no estaba ahí para defender un modelo o no, este es el existente y el que están obligados a hacer funcionar, porque de eso depende la paz pública.
Reconoció que en entre los industriales hay mucha inconformidad con el modelo de comunicación política, pero advirtió que el instituto sólo es un aplicador de las leyes y no un protagonista del cambio de las mismas.
“Y lo quiero decir con todas las letras, porque me da la impresión de que en el pasado hay quien ha visto al INE como el encarnador de este modelo, como si el modelo fuera una responsabilidad del INE, y golpear al INE fue una manera de debilitar y golpear al modelo”.
Consideró que la espotización no le sirve a nadie, ni a la industria ni a la democracia y admitió que el Tribunal Electoral y el INE, al fijar criterios, han exagerado.
Esto, porque en ocasiones han propiciado que la industria se eche para atrás y “diga mejor yo ya no me meto a hablar de política ni entrevisto a nadie porque me expongo a algún tipo de sanción”.
Criticó criterios absurdos que prácticamente inhiben la posibilidad de que haya debates cuando la mejor manera de robustecer nuestro sistema democrático, sobre todo de cara al 2018, es multiplicando los espacios de los debates.
Dijo que si pudiera hacer cambios al modelo de comunicación política, utilizaría los tiempos del Estado de manera mucho más sensata y no con spots de 20, 30 segundo, sino más bien concentrando esos tiempos para propiciar mayores espacios para debate.
Pero en tanto eso no ocurre, consideró que las autoridades tienen que flexibilizar los criterios para que los debates, sean en tiempos oficiales o no, se multipliquen.
“Y hoy tenemos criterios en los que si no se invita a todos los candidatos que contienden por un cargo de elección popular puede ser interpretado como una violación constitucional, es decir, como una adquisición indebida de tiempos del Estado”, refirió.
Insistió que en estos temas “estamos mal”, pero expresó que se les abrirá una ventana de oportunidad haya o no reforma, en unos cuantos meses con la renovación total de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Explicó que es una responsabilidad del INE y del Tribunal sentarse en una especie de conferencia para escuchar a la industria, a los partidos y la academia, para definir con qué criterios quieren ir a 2018.
Porque el problema de sobre regulación lo han creado las autoridades electorales, “y lo digo con vocación autocrítica”.
Al final insistió en su llamado a los empresarios de la radio y la televisión a que sean aliados.
“Critíquesenos con objetividad, no se nos regale nada, pero acompáñenos en eso que es indispensable para que la paz pública y la democracia se robustezca en el país, que es sacar bien la que va a ser, insisto, la cita más delicada de la vida política democrática del país, que son las elecciones del 2018”, planteó.
Fuente: La Jornada