Estados Unidos y Francia cuentan con un socio menos en sus planes de un eventual ataque a Siria en los próximos días. La canciller alemana, Angela Merkel, adelantó hoy que su país “no participará” en la acción militar que prepara Estados Unidos y apoya Francia en represalia por el supuesto uso de armas químicas en Duma por parte del régimen del presidente Bashar Asad.
Berlín considera “inaceptable” el ataque químico perpetrado el pasado fin de semana en la ciudad de Duma, dijo la canciller, y se mostró partidaria de hacer “todo lo posible para mostrar que es inaceptable un ataque con armas químicas”. Para Merkel, “hay grandes evidencias” de que tras el uso de gas venenoso en la ciudad de Duma se esconde la mano del presidente sirio Bashar Asad.
Sin embargo, reiteró que Alemania no participará en la acción militar, sin dar más detalles ni argumentos. Para la canciller, “se debe contemplar todo el espectro de medidas”, y confirmó que Berlín ha mantenido contactos con Washington y que ella personalmente ha hablado esta mañana con el presidente francés, Emmanuel Macron.
El portavoz del Gobierno alemán, Steffen Seibert, indicó que Merkel y Macron tienen intención de seguir abordando de forma conjunta estos temas con sus aliados. La posición alemana, no obstante, contrasta con el carácter proactivo que ha mostrado el mandatario francés, que se plantea seriamente la posibilidad de un ataque contra el régimen sirio. La decisión de Berlín podría afectar a la recomposición del eje franco-alemán, después de que ambos países hayan mostrado gran sintonía en su política exterior en los últimos meses, con la reactivación del proyecto europeo como principal baza.
A pesar de todo, Merkel agregó que hay una “gran unidad” entre los socios occidentales y una “línea común” de actuación en cuanto a Siria entre Alemania, EE. UU. y Francia. “Creo que hay una gran unidad en el claro rechazo al empleo de armas químicas”, manifestó.
La canciller criticó asimismo a Moscú por haberse opuesto esta semana a la propuesta de resolución planteada por EEUU en el Consejo de Seguridad de la ONU para que un equipo de expertos investigase el presunto ataque con armas químicas en el enclave opositor de Duma, en las afueras de Damasco: “Eso no deja en buen lugar a Rusia”.
También indicó que este último ataque con armas químicas evidencia que la eliminación del arsenal sirio que se llevó a cabo en un esfuerzo internacional aún hace unos años “no fue total”, porque el régimen de Asad sigue recurriendo a ellas.
Fuente: El Mundo