El precio de la electricidad en España sigue disparado, con un nuevo récord de media en un día, 141.71 euros (tres mil 400 pesos) por megavatio hora, lo que representa más del triple que lo que se pagaba hace un año y más de cuatro veces a la tarifa de hace tres.
En lo que va de septiembre, precisamente uno de los meses de más calor del año y con más actividad comercial por el regreso de las vacaciones veraniegas, están siendo hasta ahora el más caro de la historia.
Y el sector de la energía eléctrica, que se reunió para debatir el asunto en un foro organizado por un diario económico español, se lavó las manos y señaló a la fuerte carga impositiva por parte del Estado -que representa más del 50 por ciento de la factura de un usuario medio- y al alto precio del gas.
Este jueves, en la hora más cara del precio de la electricidad -entre las nueve y las diez la noche-, un hogar medio español pagará el megavatio hora a 155.62 euros (tres mil 700 pesos), cuando hace sólo un año la tarifa en ningún caso superaba los 50 euros (mil 200 pesos).
El gobierno español, presidido por Pedro Sánchez gracias a una coalición del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y Unidas Podemos (UP), sigue sin actuar, a pesar de que ambos partidos enarbolaron durante la campaña electoral que lucharían sin tregua contra la “pobreza energética” y que pidieron en su día la dimisión del anterior presidente del gobierno, el conservador Mariano Rajoy, cuando la luz llegó a subir durante su mandato un 30 por ciento.
Y mientras los ciudadanos siguen pagando la electricidad más alta de la historia, los responsables de atajar la crisis se acusan mutuamente del desastre. Desde el gobierno se señala a las empresas eléctricas, a la especulación sin medida del mercado mayorista y hasta de la manipulación sistemática de los precios a través de la gestión de los embalses y reservas energéticas.
La respuesta del sector llegó a través de su participación en un foro organizado por el periódico financiero El Economista, en el se congregaron algunos de los principales directivos de Iberdrola, Naturgy, Repsol, Endesa y Gas Natural.
Todos ellos, con matices, instaron al gobierno y a la Comisión Europea a actuar para atajar la crisis, que a su juicio sólo se resolvera cuando se regule con más eficiencia el mercado del gas -que es el que finalmente está disparando los precios de la electricidad- y cuando se acometan las reformas para reducir la carga fiscal de la factura mensual del usuario, que supone, según ellos, un 50 por ciento del total.
También instaron a las autoridades a acelerar la descarbonización de la región, sobre todo la más industrial.
José Bogas, consejero delegado de Endesa, fue claro en su discurso, al sostener que “el verdadero problema es el gas, que en abril del año pasado estaba en cinco euros y ahora en casi 60”.Y afirmó que se está “haciendo una tormenta en un vaso de agua: en 2012, 2015 y 2018 se pagaron 54 euros al mes y hasta agosto el cliente tipo ha pagado 56 euros al mes, 10 euros más que el año pasado. Pero lo que se espera de aquí hasta la primavera son precios que van a estar en 60 y tantos”.
Entre los participantes en el foro se encontraba el presidente de Naturgy, Francisco Reynés, quien anunció que su empresa lanzará desde el 15 de septiembre una tarifa para el mercado liberalizado de 60 euros MWh durante los próximos 24 meses para los clientes domésticos, al advertir que se trata de una medida desde “un ámbito social”. Esta tarifa en ningún caso beneficiará a la industria y al comercio.
Mientras la consejera delegada de Iberdrola, Ángeles Santamaría, señaló la carga fiscal como uno de los principales problemas: “Más del 50 por ciento de los precios que llegan al consumidor están compuestos por impuestos, lo que requiere un análisis en conjunto de la fiscalidad. Es el cuarto o quinto país de Europa que más componentes de este tipo tiene, lo que desvirtúa la realidad”.
Fuente: La Jornada